Emiliano Andino es el máximo referente argentino de lo que se llama "Movimiento de Juventud Larouchista Internacional" en cuya presentación reza: "Somos un movimiento político internacional de jóvenes adultos, liderados por el estadista estadounidense Lyndon LaRouche, que ante el tiempo de la historia que nos toca vivir, impulsamos el renacimiento del pensamiento humanista clásico. Organizamos políticamente el establecimiento de un nuevo sistema económico mundial basado en el poder de la creatividad humana, para el incremento del poder del individuo humano en relación al universo. Luchamos por una economía física con la cual podamos brindar a la humanidad entera, el bienestar general que necesita para desarrollarse y avanzar hacia una mejor condición de vida. Siempre".
En su didáctica página, aunque también caótica, puede verse la candorosa cara de Al Gore bajo un categórico: "conocé a este fascista que anda suelto promoviendo el subdesarrollo". Pavada de acusación para uno de los que, en el imaginario mundial, fácilmente se instala en el podio de candidato a premio Nóbel de todo? Pero cuando más abajo te invitan a ver Artículos, Videos, Cómo funciona la fisión nuclear, Fusión Termonuclear, Qué pasó en Chernobyl, Salud, Desalinización, Hidrógeno, Reactor CAREM, Reactor PBMR, y más, uno empieza a sentir el escozor de que estamos frente a una organización "políticamente incorrecta", que parece preocupada en ponderar virtudes desarrollistas en un mundo dominado por la millonaria "onda verde", en la que, según la lógica de Andino, parece habitar la cola del capital financiero. "Tenemos que parar este oscurantismo medieval", dice un slogan tenaz. Digámoslo aún más claro: según este pensamiento, detrás de las denuncias de calentamiento global se escondería una gran estafa destinada a impedir el desarrollo de las economías emergentes.
LaRouche es un hombre arrojado a la arena pública del mundo, regular candidato demócrata, a quien su fe en un sueño americano ha enfrentado a la visión pro-británica de la historia de los EE.UU., impulsando una resistencia a nivel mundial contra el reemplazo del poder productivo (nervio principal del ser nacional norteamericano) por un poder financiero, que lo llevó a, en 1982, apoyar públicamente a la Argentina en la guerra de Malvinas. En esa oportunidad, LaRouche denunció la violación por parte de EE.UU. de la Doctrina Monroe. Enemigo del FMI y de los fondos buitres, LaRouche pronosticó el derrumbe financiero mundial y en 1984, se lo vio visitar nuestro país, incluyendo una entrevista con el entonces presidente Raúl Alfonsín y varios diputados peronistas, promoviendo lo que el emblemático libro "La bomba" entendía como misión histórica del tercer mundo, especialmente, del mundo iberoamericano: no pagar la deuda. Dos años antes. LaRouche se había encontrado con el Presidente de México José López Portillo y le había aconsejado suspender los pagos de la deuda, declarar un control de cambio y nacionalizar la banca.
Esas ideas hoy son defendidas a rajatabla por la Juventud Larouchista, organización que, en los momentos más intensos de negociación por la quita de deuda, no se privó de declarar: "Apoyamos a Néstor Kirchner, presidente de la República Argentina, en su postura contra el Fondo Monetario, los bancos depredadores y los fondos buitres". En la charla con Noticias Urbanas, Andino agrega, sintéticamente, que "la deuda externa ilegítima" y "los sinárquicos del sector bancario tienen su contracara en la figura y la dimensión teórica del líder norteamericano Lyndon LaRouche, quien impulsa préstamos de largo plazo con bajas tasas de interés para financiar la construcción de grandes proyectos de infraestructura".
¿ÁNGEL, DEMONIO O DEMONIZADO?
"Oligarcas: ¡Ojo! Que nos estamos organizando, la auto subestimación es cosa de la generación pasada, somos la revolución en camino (…) Es hora de que salgamos de nuestras trincheras y maduremos con la realidad de que no podemos pedirle migajas al Drácula de la oligarquía financiera mundial esperando que en algún momento por magia o por la luz divina se les ocurra que ya se han cansado de chuparle la sangre a los países más poblados y paradójicamente más pobres del mundo y que ya es hora de darles un respirito para luego seguir chupándoles la sangre. Nada de eso va a ocurrir", son consignas que se encuentran en la página web de la agrupación (www.wlym.com/espanol).
LaRouche (nacido en 1922) tiene una extensa carrera política en Estados Unidos, desde sus inicios en el trotskismo en los 50 y 60, hasta su progresivo abandono del marxismo y la fundación de su propio movimiento y sus recurrentes candidaturas y precandidaturas presidenciales, algunas por el Partido Demócrata. Paralelamente, comenzó a ser cuestionado por sus antiguos compañeros de izquierda, quienes lo acusaban de haber virado hacia el fascismo, una denuncia que hoy siguen manteniendo sus detractores.
A mediados de los 80, el político norteamericano creó el Instituto Schiller, encabezado por su esposa, la alemana Helga Zepp. Durante esa misma década se acercó al gobierno republicano de Ronald Reagan, donde participó en el proyecto antimisilístico comúnmente conocido como Guerra de las Galaxias, que inicialmente incluía a la URSS. Sus ideas le trajeron a lo largo de su vida un sinfín de enemigos y denuncias, entre las que no faltan las de antisemita y de promover acciones violentas. LaRouche también tuvo problemas con la justicia estadounidense: estuvo preso cinco años (entre 1988 y 1994) por un presunto fraude postal relacionado con la recolección de fondos. Según el economista y sus seguidores, las acusaciones fueron siempre campañas de desprestigio y persecución promovidas por los servicios de inteligencia norteamericanos.
Los antecedentes de este hombre indican que fue quien prologó en 1993 junto al carapintada Mohamed Alí Seineldín el libro "El complot para aniquilar a las Fuerzas Armadas y a las naciones de Iberoamérica", donde se critica explícitamente al juicio a las juntas bajo el argumento de que "los integrantes de la junta militar, y por ende toda la institución castrense, fueron enjuiciados por osar enfrentarse a los británicos y por librar la guerra contra la subversión comunista". Las presuntas vinculaciones de LaRouche no terminan ahí. Se lo asocia a una red de apoyo solidaria con el militar argentino Jorge Olivera, denunciado por delitos de lesa humanidad, el cual logró eludir a la Justicia italiana.
Andino no duda en calificar esa información de "imprecisa". Y al finalizar, el dirigente señala que el movimiento larouchista, más que social, es un movimiento de ideas, que en lugar de buscar la masividad intenta mantener la calidad: la conformación de cuadros para el mundo que viene.
(PUBLICADO EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 133, DEL 24/04/08)