La Ciudad de Buenos Aires es tradicionalmente el escenario de la mayor cantidad de marchas, movilizaciones y manifestaciones que cotidianamente afectan la normal circulación por sus calles y avenidas y espacios públicos en general.
Asumiendo tal realidad, la diputada Alicia Pierini propuso una ley con el fin de resguardar los derechos que circunstancialmente entran en conflicto, tales como, por una parte el derecho de peticionar, de expresar ideas o de reunión, y por la otra los de circular, trabajar, ejercer el comercio, etcétera.
Pierini afirmó que "este proyecto tiende a fortalecer la dinámica del ejercicio de la democracia, al regularlo, sin invalidar ningún derecho constitucional, ni abdicar del poder de intervención estatal en su carácter de garante del orden público local.Que quede claron que esto no va en contra de nadie sino en bien de todos, es aplicar desde el derecho en una ley el sentido común. El Gobierno de la Ciudad no puede ser un mero espectador de situaciones conflictivas que tienen lugar bajo su jurisdicción y que podrían resolverse con su directa participación como mediador y organizador de la circulación y distribución del espacio público en momentos críticos".
Pierini sostuvo que "con este proyecto se propone impulsar una política activa de defensa de los derechos tanto de quienes se movilizan en pos de una reclamación, como así también de los transeúntes, trabajadores en general o resto de la población, tratando de minimizar la afectación recíproca de derechos. La mediación que se impulsa, así como las medidas preventivas que contiene la norma, por su inmediatez y celeridad tienden a evitar procedimientos represivos de imprevisibles consecuencias".