La contaminación ambiental es un problema grave con el que tienen que convivir los porteños y del cual ninguna gran urbe del planeta está exenta. Junto con las nauseabundas y muertas aguas del Riachuelo, basurales a cielo abierto, esquinas atestadas de residuos por conflictos en la empresa recolectora y calles y veredas decoradas con envases de todo tipo de material y excrementos de mascotas, la Reina del Plata debe coexistir con aires cada vez más malos y ruidos sumamente molestos.
Con el objetivo de controlar los niveles de contaminación del aire, tanto por efecto de la combustión como del sonido, el Gobierno de la Ciudad comenzará a realizar mayores monitoreos.
"Son aparatos sofisticados que se usan en las ciudades más modernas. El objetivo es velar por la calidad ambiental, en términos específicos de aire y de ruido", comentó el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Juan Pablo Piccardo.
De acuerdo a lo informado por el Ministro, dichos aparatos "están en una etapa inicial de calibración y se los va a distribuir en los distintos barrios" de la Ciudad.
"A partir de la medición se tomarán medidas precautorias de mejora de calidad de vida. Lo que se pretende es comenzar a hacer programas de amortiguación de los efectos nocivos", describió Piccardo por Radio Belgrano.