Si alguna propuesta polémica faltaba realizar en estos días nada tranquilos que está viviendo el país era la posibilidad reflotar el Servicio Militar Obligatorio, eliminado en 1995 luego luego del caso Carrasco. Si bien el ministro de Defensa de la Nación, Horacio Jaunarena, no se refirió en especial a esta posibilidad, su defensa del proyecto para incorporar a los jóvenes a un "servicio social", fue seguido por los dichos del jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, quien se mostró a favor de "revitalizar" el servicio militar obligatorio.
De ahí más las repercusiones se fueron multiplicando y surgieron defensores y opositores tanto del ámbito Ejecutivo como del Legislativo. NOTICIAS URBANAS recogió todas las expresiones que llegaron a su redacción en torno a este tema, que promete seguir generando críticas y apoyos.
La secretaria de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad, Gabriela González Gass, señaló que "volver al Servicio Militar Obligatorio sería un grave retroceso al pasado terrible de nuestro país. La sociedad argentina quedó muy marcada por la Guerra de las Malvinas, donde justamente la mayoría de los muertos fueron jóvenes pobres del interior del país".
"Además -agregó- tratar de esconder este proyecto detrás de un supuesto ´voluntariado social´ implica una profunda contradicción. Quedó bien demostrado que la obligatoriedad del Servicio Militar significaba para los jóvenes de nuestro país una pérdida de tiempo y de esfuerzo, cuando no la muerte. Y es bien claro que voluntariado significa compromiso, voluntad y no coerción. Quienes quieren ser solidarios pueden serlo sin necesidad de ingresar al servicio militar".
El diputado Raúl Puy, presidente del Bloque ARI de la Legislatura porteña, sostuvo que "históricamente los socialistas siempre abogamos por el servicio militar optativo; la vuelta a la obligatoriedad echa por tierra años de reclamos y de lucha. En definitiva, estaríamos apartándonos de la voluntad ciudadana, dejando en el olvido hechos trágicos como los del soldado Carrasco, que oportunamente fueron decisivos para acabar con aquel caduco modelo de conscripción".
"Este tipo de medidas improvisadas no ofrece índices de solución, ni a la grave situación social que castiga a la juventud, ni a las deficiencias existentes en materia de seguridad nacional. De esta problemática no se sale mezclando las cosas sino todo lo contrario. A los jóvenes debemos brindarle educación e inserción laboral y a las Fuerzas Armadas el entrenamiento y los recursos que requiere un país soberano", manifestó Puy.
Por su parte, el diputado porteño Roque Bellomo (FG) rechazó mediante un proyecto de Declaración las distintas iniciativas que pretenden instaurar actividades o servicios bajo la conducción del Ejército. "Resulta impensable, para una democracia que lucha día a día por conseguir la transparencia que el sistema merece para funcionar en su plenitud, la restauración de instituciones autoritarias como el Servicio Militar Obligatorio bajo la tutela de quienes, desde hace muchos años, se han dedicado a ocultar sus crímenes, sus falencias y sus irregularidades", afirmó.
El legislador oficialista se preguntó : "¿qué confianza pueden inspirarnos quienes ni siquiera han hecho una autocrítica de su actuación durante la dictadura?" "Por otra parte -agregó- la función de las Fuerzas Armadas está muy lejos de hacerse cargo de la instrucción y educación de la juventud. En lugar de pensar en el Ejército como contenedor de una juventud que ha venido sufriendo la debacle de toda protección social, sería mucho más saludable y una inversión hacia el futuro restaurar para ellos el sistema educativo, que es la base sobre la que deben sustentarse los pueblos que aspiran al crecimiento".
El Secretario General del Partido Humanista, Luis Ammann, comentó que "el restablecimiento del servicio militar obligatorio sería un grave retroceso para nuestra sociedad, aunque se pretenda justificarlo con un dudoso ‘servicio social solidario’. Por otro lado ¿a quién se le ocurre que la solidaridad puede imponerse por ley?"
Ammann añadió que "sabemos que muchos militares en actividad están de acuerdo con el actual sistema de soldados voluntarios. Además, la restauración del reclutamiento forzado podría acarrear discordias entre las tres armas a la hora de decidir los presupuestos, ya que el Ejército acapararía la mayor parte de los conscriptos. Volver al servicio militar obligatorio significa que se sigue pensando que el ejército puede disciplinar a la sociedad, una creencia que tienen todos los autoritarios".
Sin embargo, el diputado nacional José Luis Fernández Valoni (AR-Capital) apoyó la propuesta realizada por Jaunarena, la cual, coincide con una iniciativa de su autoría para crear el Servicio Social Voluntario, por el cual, los jóvenes de entre 15 y 25 años de edad en riesgo de exclusión social podrían incorporarse en tareas de servicios a la comunidad mediante la infraestructura del servicio profesional de las Fuerzas Armadas.
"Más de 1.000.000 de jóvenes de entre 15 y 25 años no acceden al mercado de trabajo ni al estudio, y la pobreza de esta franja etaria de Argentina es la más alta en Latinoamérica. Muchos de ellos, aconsejados por sus familias, podrían ser contenidos por la estructura militar, su capacidad logística, sus cuadros superiores y subalternos, y podrían ser formados dentro de un Plan de Servicio Social Voluntario en la artes, los oficios y la industria para una más adecuada reinserción social y laboral", señaló Fernández Valoni.



