Octubre será un mes crucial para la educación porteña. Es que, para esa fecha, debutará en la Ciudad el Sistema de Evaluación Docente, una de las puntas de lanza de la reforma educativa que se pretende implementar desde el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. El desafío máximo: lograr que los estudiantes de las escuelas estatales porteñas ?cuya cantidad creció impulsada por la Asignación Universal por Hijo? reciban, además de la contención escolar, una educación de calidad que les brinde herramientas para un futuro que se muestra más promisorio que hace unos años atrás.
El proceso comenzó a principios de año, cuando el ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, mantuvo un encuentro con su par de Ecuador, Gloria Vidal Illingworth, encargada de desarrollar la reforma educativa impulsada en ese país por su presidente, Rafael Correa. En Ecuador se puso el eje de la gestión educativa en la mejora de los docentes y en qué recursos se implementaban para ayudar a que cada profesional eleve su nivel académico. Dentro de esos incentivos, el sueldo que perciben los maestros que periódicamente son evaluados juega un rol fundamental, aunque aquí, ya se aclaró, ese ítem aún no entrará en juego.
Sin embargo, el ministro acordó con Vidal Illingworth coordinar los equipos técnicos ecuatorianos y porteños para llegar a la anhelada reforma: ?Para diagnosticar un problema tenemos una gran herramienta que es la evaluación. En la Argentina no somos muy afectos a la evaluación ni de los alumnos, ni de los maestros, ni de los políticos y políticas. Eso se tiene que revertir. Por eso, la gestión de Educación de la Ciudad creó la Dirección de Evaluación. Comenzó con la evaluación de alumnos, el año último empezamos a evaluar las políticas y, este año, estamos planteando la primera Evaluación Docente voluntaria porque queremos saber qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal?, explicó Bullrich, en diálogo con Noticias Urbanas.
?Nosotros ?abundó el funcionario? queremos fortalecer el tema de matemáticas y comprensión de lectura con las computadoras. Dentro de estas evaluaciones que vinimos haciendo, ahora sumamos a la de los profesores. Los que mejor salgan en los resultados van a acompañar a los nuevos. Nosotros queremos conocer a los mejores maestros. Después, se le hace una evaluación personal a cada docente y se le recomienda una capacitación que le convenga.?
La prueba está dirigida a maestros de primer ciclo de nivel primario (1º, 2º y 3er grado) de escuelas de gestión estatal que se encuentren frente a curso y posean cinco o más años de antigüedad, es de carácter voluntario y no tendrá incidencia en el salario. Consta de dos etapas: la primera es un curso a cargo de CePA (la escuela de capacitación docente de la Ciudad) sobre actualización de estrategias didácticas vinculadas a Matemática, Prácticas de Lenguaje y Conocimiento del Mundo. Esta instancia incluye la elaboración de un ?portafolio? que será construido durante el curso con el material que el docente utiliza en sus clases. La aprobación de esta etapa acredita puntaje para la carrera docente. Y la segunda consta de una prueba escrita presencial donde se evaluarán los conocimientos acerca de las estrategias didácticas referidas a las tres áreas dictadas en el curso. El docente recibirá un día hábil en servicio para poder presentarse al examen.
El Ministerio determinó que quienes reciban 70 puntos o más (el máximo es 100) obtendrán un certificado de aprobación expedido por la Dirección General de Planeamiento Educativo del Ministerio de Educación de la Ciudad (Dgpled) y una devolución personal sobre los aspectos a mejorar. En tanto, quienes queden por debajo de los 70 puntos recibirán una recomendación en torno a cursos específicos de CePA conforme a sus necesidades.
Claro que, como todo cambio, la generación de polémicas está a la orden del día. Si bien desde el ministerio aclaran una y otra vez que se inicia una nueva etapa que será perfectible cada año junto a los educadores de la Ciudad de Buenos Aires, un sector de la docencia desconfía: Eduardo López, secretario general de UTE-Ctera Capital, calificó como ?una propuesta de marketing, reduccionista y berreta? la medida del Gobierno porteño.
López no titubeó al momento de indicar que ?sirve para montar una operación de marketing que camufla una concepción mercantilista y competitiva de la calidad educativa que muestra al mundo un rotundo fracaso en la calles de Chile?.
Ajeno a esta postura, Bullrich organizó el seminario ?Por qué y para qué la evaluación docente en América latina?, que, para sorpresa de algunos, contó con la presencia del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, y funcionarios de la región, como la ministra de Educación de Ecuador, la viceministra de Educación de Brasil y la exministra de Educación de Chile (durante la presidencia de Michelle Bachelet), y equipos del Ministerio de Educación de la Ciudad, entre otras personalidades y académicos de la educación.
En ese encuentro se arribó a la conclusión de que las pruebas docentes tienen que ser una herramienta de mejora que permita producir información para la toma de decisiones sobre las políticas de formación, capacitación y acompañamiento docente. Un testeo que indique fortalezas y debilidades.
Ecuador, Chile
y Estados Unidos
Equipos del Ministerio de Educación de la Ciudad, encabezados por la subsecretaria Ana María Ravaglia; la directora general de Planeamiento Educativo, Mercedes Miguel, y el coordinador de Políticas Educativas, Sergio Siciliano, visitaron Ecuador y Chile para obtener mayor conocimiento de los procesos implementados por los respectivos países, así como los desafíos y las dificultades planteadas en cada uno de los procesos. Allí se conformaron mesas de trabajo con los equipos técnicos de cada uno de los países.
En la misma línea, Mercedes Miguel se reunió con funcionarios del Ministerio de Educación de Nueva York. ?Es importante subrayar que la evaluación docente de la Ciudad no es una copia ni un modelo importado de otro país sino que fue elaborado en función de la realidad educativa de la Ciudad de Buenos Aires. Los viajes a Chile, Ecuador y Estados Unidos así como el Seminario de Evaluación Docente fueron instancias de aprendizaje sobre la variedad de instrumentos y enfoques posibles de la evaluación docente. Se buscó aprender de otros países para no cometer los mismos errores y capitalizar las experiencias y acciones más valiosas. Considerando esas experiencias, construimos un examen propio a través del trabajo de los equipos de currícula, evaluación, la Escuela de Capacitación Docente de la Ciudad, las direcciones de área y la consulta con supervisores, directivos y docentes?, aclararon voceros del Ministerio.
Los cursos en el CePA se inician el 26 de septiembre, y el 31 de octubre se realizará la prueba escrita presencial.
En tanto, en Ecuador, académicos y expertos en el área educativa opositores a Correa señalan que la reforma no hizo más que volver a la educación a un proceso de manufactura, como si se tratara de medir la calidad o no de un producto. En el distrito porteño, Bullrich insiste y asegura que ?es una medida que busca conocer qué es lo que estamos haciendo bien y lo que estamos haciendo mal. Esta evaluación no solo comprende a los alumnos y docentes, sino también a las políticas que hemos implementado. Lo que buscamos es ver qué capacitaciones tenemos que hacer?, aclaró el ministro.
Mejorar el aprendizaje de los niños y jóvenes, instalar la cultura de la evaluación docente, facilitar a cada educador un espacio de análisis sobre su propia práctica y relevar información que permita contribuir al diseño de futuras políticas de mejora en la formación son algunos de los objetivos que persiguen desde el ministerio para este primer paso. Luego se seguirá por las modificaciones en la enseñanza, donde se prevé la inclusión de temáticas que aún son marginadas de la currícula, como el respeto por la equidad de género y las lenguas originarias.