Salvar a MAPA ¿es salvar a las mascotas?

Salvar a MAPA ¿es salvar a las mascotas?

El Gobierno porteño tiene previsto construir un hospital de animales y el administrador sería MAPA, un movimiento proteccionista con un grave problema financiero y que, pese a su prestigio, posee una denuncia por maltrato a las mascotas


Hay pocas cosas más conmovedoras que un animal enfermo y desprotegido. Sólo pensar en un perro o un gato desnutrido, lastimado o abandonado en la Ciudad, estremece y emociona. No hay que ser un fanático de los animales ni tener miles de mascotas para sentir un dolor inmenso al ver o enterarse de situaciones lamentablemente tan comunes en ciudades de la magnitud de Buenos Aires.

Hay una ley que protege a los animales pero parece no ser suficiente. Diariamente vemos en la vía pública muchos animales abandonados o nos enteramos de muchos casos de maltrato, principalmente a perros y gatos.

Frente a esta problemática, hay muchas instituciones que se ocupan de cuidar, alojar y dar en adopción a mascotas. Una de ellas es el Movimiento Argentino de Protección de Animales (MAPA), el cual nació en 1974 como una entidad sin fines de lucro cuyo objeto era brindar asistencia a todo animal que reciba, ya sean mascotas de particulares o callejeras. Su grupo fundador estaba integrado por varias figuras del espectáculo, como Cátulo Castillo, Luis Sandrini, José Marrone, Tita Merello, Irma Roy y Beatriz Taibo, entre otros artistas. Incluso, la sede original estaba en la calle La Rioja y fue donada por Castillo para el funcionamiento de MAPA.

Sin embargo, actualmente la entidad -que tiene varias filiales en la provincia de Buenos Aires- está pasando un momento delicado y su titular, Mario Mele (militar retirado) asegura que está en bancarrota y que, de no mediar la intervención del Estado o de particulares que realicen donaciones, la casa central de MAPA (ubicada en San Juan al 3300) será desalojada por falta de pago de alquileres atrasados.

Esta situación se hizo evidente hace poco más de dos meses cuando la sede fue clausurada por “faltas de seguridad e higiene”. Según la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad “en septiembre del 2005 ya se habían labrado actas por fallas de seguridad e higiene en el lugar. En marzo último, se realizó una nueva inspección y se volvieron a detectar las mismas faltas”.

Ni bien se conoció la noticia de la clausura, MAPA recibió una infinidad de llamados y muchas donaciones para que pudiera seguir funcionando. Igualmente, la franja de clausura continúa adornando una de sus puertas mientras se sigue atendiendo animales de todo tipo y tamaño que la gente lleva o deja en la puerta. Incluso, a partir de agosto se dará un curso de Enfermería Veterinaria.

Cuando los medios se hicieron eco de la situación que describe Mele, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Telerman, se comprometió a otorgarles un subsidio y un lugar para construir un hospital de animales. Aunque nadie del Gobierno de la Ciudad quiso o pudo dar datos concretos sobre el avance del proyecto, Lucía Portal -esposa del conductor Raúl Portal, padrino de MAPA- aseguró que “el plan está aprobado y el hospital se va a construir en un terreno cedido por AUSA, bajo autopista”.

La cuestión es si esta institución está en condiciones de hacerse cargo de este nuevo lugar. Sin duda, MAPA tiene buena prensa. Ya sea por el prestigio con el que vio la luz o por abocarse al tratamiento de mascotas, ninguna de las muchas críticas que hicieron y hacen empleados del Movimiento y allegados al lugar trascendieron a los medios de comunicación.

Sin ir más lejos, durante el 2004 se llevó a cabo una presentación en la Fiscalía Comercial N° 5 contra MAPA, en la cual Pablo Ortega Gallo -deportólogo de Boca Juniors- denuncia a las autoridades de MAPA porque los animales eran objeto de actos de crueldad y malos tratos. Su esposa, Dina Priess fue voluntaria en MAPA y asegura que lo que vivió durante su paso por la institución es “desgarrador”. Priess sostuvo: “El lugar era catastrófico y había una negligencia total. Yo tenía muchas ganas de ayudar y la verdad es que me espantó lo que pasaba en MAPA y por eso es que hicimos la denuncia. Ojalá las cosas estén mejor ahora”.

En el mismo sentido, Verónica -ex enfermera de Terapia Intensiva de MAPA- cuestionó duramente a la institución y en especial a su titular. “A pesar de lo que indica el imaginario popular, este lugar NO atiende, NO da en adopción, y NO acepta animales abandonados a menos que se pague por el servicio o lo derive la Policía, los Bomberos o la Justicia misma”, afirmó una de las enfermeras que declaró en la causa.

Pese a que muchos de los enfermeros y doctores que trabajan en la sede de San Juan (a muchos de los cuáles se les adeuda un dinero muy importante en concepto de sueldos atrasados, y ni hablar de horas extras) no han confirmado irregularidades, tampoco las han negado categóricamente sino que han preferido “no hablar de eso”.

Algo es seguro, al entrar en el hospital veterinario de Avenida San Juan se observan animales enfermos junto a animales sanos atados a las patas de camillas, sillas o bien dentro de jaulas listos para dar en adopción. Según una empleada de la institución “pasando la recepción comienza el purgatorio de MAPA llamado Terapia Intensiva 1 (ubicado entre los consultorios externos) y Terapia Intensiva 2 (detrás de la Sala de Cirugía). En el purgatorio los animales no tienen suficiente ni adecuada comida, medicación, higiene ni espacio. Allí todo el abanico de enfermedades propias del abandono y el hacinamiento (tos de la perrera, parvo virus, moquillo, enfermedades respiratorias, sarna sarcóptica, pulgas, hongos, entre otros) afectan a gatos, perros, cachorros y adultos sin diferencia”.

Y agregó: “Siempre hay un lugar más en las oxidadas e insuficientes jaulas por sólo 15 pesos que el cliente pague para dejar a un animal que vio en la calle y espera que MAPA sea la protectora que dice ser. Gracias al esfuerzo de enfermeras que a pesar de cobrar dos pesos la hora en negro, sin material descartable y peleando para pedir medicación para los internados en el hospital, algunas mascotas pueden ofrecerse en adopción”.

Tal como refieren varios testimonios los interesados en adoptar deben pagar 15 pesos en calidad de alimentos, medicación y desparasitación recibida por el animal, aunque sea entregado sin ninguna vacuna, sin haber sido desparasitado internamente, con pulgas y deficientemente alimentado, entre otras posibles afecciones. “Al acumularse muchos animales en el hospital, se deriva parte de ellos al infierno de MAPA”, afirmó otra de las ex enfermeras del lugar.

Consultada sobre la denuncia que pesa sobre la institución, Lucía Portal afirmó: “La verdad es que no sabía. Igual, no me guío mucho por eso. Nosotros recibimos denuncias de todo tipo y de todos lados y generalmente cuando se averigua, es mentira”. De todas maneras, se comprometió a investigar el tema.

Por lo pronto, hay varios problemas que atacar. Uno es la superpoblación animal que satura al Instituto Pasteur y los refugios, otro es la “comodidad” de muchas personas que piensan que depositar a un animal de la calle en alguna institución es su buena acción del día, y también está la falta de control estatal a los lugares que dicen proteger a las mascotas. Hay muchas asociaciones que dan lo que no tienen por la causa, pero también están aquellas que lucran con los animales o no están a la altura de las circunstancias y eso se traduce en maltrato o desatención.

Lo cierto es que sería una lástima que una medida tan buena como la de crear un hospital para animales se vea perjudicada por ponerlo en manos de una institución cuestionada sin, por lo menos, veedores estatales. Como dijo la periodista Ann Landers, “la verdadera medida de la grandeza de un hombre es cómo trata a quien no puede beneficiarlo en nada”. Sería bueno que empecemos a tratar todos mejor a nuestros animales.

EL INFIERNO DE GENERAL RODRÍGUEZ

Así definen muchos de los que han podido encontrarlo y visitarlo al refugio que MAPA tiene en la provincia de Buenos Aires. Es un gran predio que alberga a más de 900 animales que nadie ve y apenas dos personas se ocupan de sus cuidados y alimentación. El terreno está parcialmente cubierto y se inunda en época de lluvias. Varias organizaciones proteccionistas conocidas hace unos años hicieron una visita y comprobaron la situación, sin poder hacer algo al respecto.

Sin ir más lejos, la Red Social Animal (RSA) emitió un duro informe que elevó a las autoridades de MAPA. En el mismo, afirman: “El refugio de General Rodríguez hace 20 años que se encuentra en esta localidad, en terreno que fuera cedido por la Municipalidad. Estos animales nunca tendrán un hogar porque no se hace nada para que esto ocurra, no promocionan la adopción, ni el lugar del refugio”. Además, sostienen que Mele no aceptó la ayuda ofrecida por RSA e incluso les manifestó mediante una nota que los iba a querellar por calumnias e injurias.

Según el informe “a este predio se lleva a perros y gatos no castrados, sin importar si son cachorros, enfermos terminales, paralíticos o epilépticos” y quienes han logrado recorrer el sitio afirman que “allí rige la ley de la selva y el canibalismo. Los mas débiles, cachorros, y enfermos perecen al poco tiempo; gatos son el alimentos de aquellos que, hambrientos, hacen lo posible por mantenerse con vida”.

HOSPITAL SÍ, MAPA NO SÉ

La idea de que el Gobierno porteño cree un hospital para mascotas llena de alegría a las organizaciones que trabajan diariamente en pos del bienestar de los animales. La problemática es compleja y la posibilidad de que haya un lugar estatal que se ocupe de ella, es un sueño para aquellas personas que dedican tiempo, esfuerzo y trabajo a las mascotas, sin ser parte del gran negocio que se genera en torno a los animales. No son dueños de peluquerías ni de veterinarias, sólo se preocupan por el estado de los animales abandonados y por buscarles un hogar, aunque no sean de raza o exhiban los rastros de una vida que no los ha tratado demasiado bien.

Claudia, miembro de Mascotas en Adopción, se mostró más que contenta con la posibilidad de construir un hospital para mascotas. “Me parece muy bien y necesario. El Gobierno debería educar a la gente para que castre a sus mascotas y para que no abandone a las crías a la buena de Dios”.

Sin embargo, con respecto a que el hospital lo administre MAPA, Claudia fue menos contundente. “Me parece bien la postura de MAPA de no sacrificar a los animales, pero no sé cómo fue la administración que llevó a cabo para llegar al punto en el que están”.
Por su parte, Kitty Prestigiacomo -secretaria adscripta al Consejo de Administración de la Fundación Argentina para el Bienestar Animal (FABA)- afirmó que desconocía las denuncias sobre MAPA pero que le parece grandioso que el Gobierno construya un hospital para pequeños animales.

Mientras que una proteccionista, que prefirió no revelar su identidad por miedo a sufrir represalias, aseguró haber sido testigo de las múltiples deficiencias en la atención por parte de MAPA. “La realidad de esta institución es terrorífica. Sería terrible que estuviera a cargo del hospital. Se estaría desperdiciando una gran oportunidad de salvar perros y gatos, a manos de gente que negocia con los animales”.

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