Fue una arenga. Un pedido para redoblar los esfuerzos. Esas dos oraciones podrían definir el discurso que el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, pronunció ante directores generales de su administración y funcionarios varios. El jefe comunal los instó a trabajar duro para lograr que el plebiscito de revocatoria de mandato se lleve a cabo. Los más de 200 funcionarios escucharon atentos, las palabras de su jefe en un salón del segundo piso del Teatro General San Martín, donde se realizó el cónclave, en horas de la tarde del miércoles 6.
Después del discurso de Ibarra habló el jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández, quien propuso un esquema de trabajo y además le mostró a la audiencia unas encuestas que denotan un apoyo de la ciudadanía al plebiscito.
Las palabras del jefe comunal empezaron por analizar la gestión de su gobierno y destacar que en la peor crisis del país, la Ciudad siguió funcionando. Para Ibarra la comunidad le reconoce al oficialismo el trabajo realizado en la gestión. Sin embargo, agregó que luego de la tragedia de Cromañón el eje de la discusión cambió. "Hay un antes y un después de Cromañón", manifestó Ibarra.
"Ahora hay que seguir trabajando fuerte en la gestión pero también hay que profundizar la labor relacionada al referéndum", destacó el jefe comunal. En su discurso, también señaló que solamente va a someterse a la decisión de la ciudadanía y no a las maniobras de algún político que quiere aprovechar la tragedia para posicionarse en la Ciudad.
"Siempre voy a aceptar lo que diga la gente", manifestó Ibarra, quien también señaló que hay más de 170 mil firmas juntadas para el plebiscito y finalizó pidiéndole a sus funcionarios más dedicación para lograr el objetivo planteado.



