El conductor televisivo pisó el escenario al grito eufórico de "Buenas Noches América", prediciendo que las repercusiones del show que estaba por iniciar trascenderían las fronteras patrias. "Damos inicio a ‘Bailando por la Soja’ en Show Catch recibiendo a un jurado de lujo. Rubia, con una amplia trayectoria y una lengua afilada… Un fuerte aplauso para Elisa Carrió", anunció con entusiasmo mientras la cámara tomaba a la blonda en plano americano. El segundo magistrado del tribunal fue convocado por la producción para asumir el rol del villano, de ese juez severo que no duda un instante en emitir el concepto más lapidario y audaz. "Le damos la bienvenida a Aníbal Fernández, una eminencia para calificar a los concursantes", dijo con solemnidad el cabezón, Eduardo Duhalde. El divismo y el glamour de décadas pasadas también se hicieron presentes en el obligado tapado de piel. "Un verdadero placer contar también con la presencia de ¡María Julia Alzogaray!", anunció con voz al cuello para disimular la escasez de aplausos. Y, asumiendo la presidencia del jurado ataviado con un traje impecable y canas escasas pero bien peinadas… "El excelentísimo señor presidente (conservando el título tal cual permite la ley del ceremonial y protocolo)… Carlos Saúl Menem".
Bailando por la Soja comenzó con no demasiados participantes y sin mucha audiencia, pero con el correr de los días, y observando el incremento en las repercusiones, poco a poco se fueron sumando parejas al baile: Eduardo Buzi, Mario Llambías, Luciano Miguens, Fernando Gioino, Alfredo De Angeli, Cristina Fernández, Néstor Kirchner, Alberto Fernández, Luis D’ Elía, Guillermo Moreno y Martín Lousteau conformaron el elenco original.
El primer ritmo fue la ranchera con relaciones, donde se observaron resultados muy polarizados. En el jurado hubo unanimidad al calificar. Luego de resaltar que a casi todos los participantes los descubrió e hizo famosos él, el presidente del jurado anunció la sentencia: "Si bien los dos demostraron buena técnica, les faltó sentir y expresar el ritmo de nuestra tierra. Van a duelo… Guillermo Moreno y Martín Lousteau", espetó.
Y… el primer eliminado fue Martín, el cual al ser consultado por los periodistas de chimentos agolpados tras bambalinas declaró resignado: "Guillermo se movió mejor; además su compañera ayudó mucho. A mi me tocó bailar con la más fea", dijo aclarando inmediatamente que Alicia es un encanto y puso lo mejor.
Tras la salida de Lousteau, la producción convocó varios participantes más. Carlos Fernández, los hermanos Ibarra, Daniel Scioli (tratando de imitar el éxito de la convocatoria de Serafín en el Bailando de Tinelli), Romina Picolotti, Patricia Bullrich, Patricia Walsh, Raúl Castells y cómo no podía faltar una rubia mediática, también se preparó para bailar el ritmo que le pidan María José Lubertino.
Los sueños de cada uno de los participantes eran diversos. Estaba el que quería construir un espacio propio de poder, también el que deseaba levantar un boliche bien seguro para que se diviertan los jóvenes porteños, los que querían recuperar lo perdido tras el paso de los años 90 y los que anunciaban con lágrimas en los ojos que soñaban con construir un país mejor.
Semana tras semana, las duplas de bailarines se fueron reduciendo; aunque ninguno quiso abandonar del todo la escena y siguieron participando del show como espectadores en las tribunas y como comentaristas en la previa. Los cortes, aunque no de polleritas, también se convirtieron en un momento hot del espectáculo. Si bien todos los bailarines se esforzaron al máximo por demostrar sus cualidades como danzantes, la verdadera competencia se centraba en sus dones físicos y en el tamaño de algunas partes muy vinculadas a la sexualidad.
Cuando llegó la hora del reggaeton Cristina se esforzó con el perreo. "Se vio técnica pero hubo un acting excesivo", dijo Aníbal y calificó con 4. "A mi no me vendió lo que quiero comprar", disparó Carrió. "Es un ritmo muy caliente, le faltó bailar más con los genitales", señaló María Julia. Y, el presidente del jurado, con el voto secreto, sólo se limitó a decir: "En otros ritmos se movió mejor". Néstor, sin embargo, se llevó varios 10. "Este si que sabe bailar", disparó Aníbal. Y Carlos Saúl cerró la calificación con un…"yo le enseñé todos esos movimientos".
El certamen pareciera estar entrando en su fase final. Sólo cuatro concursantes siguen en carrera: Néstor, Cristina, De Angeli y D’ Elía. Las semifinales serán entre la pareja K bailando: caño, tango y lambada; y Alfredo y Luis se batirán a duelo siguiendo la cadencia de la chacarera, el hip hop y la cumbia. "Estoy muy confiado en que recibiré el apoyo millones de argentinos, además en el ritmo callejero y la cumbia me tengo mucha confianza", dijo D’ Elía ante el periodismo, adelantando que bailará "Fuiste" de Gilda. "El país no termina en la general paz ni en el conurbano, hay cientos, miles de compatriotas en el interior que saben que yo voy a dar todo de mi. En la chacarera no me va a ganar, estoy un poco flojo con el hip hop, pero con la cumbia voy a sorprender", anunció confiado De Angeli, luego de ensayar hasta el cansancio la coreografía de "Que llore esa malvada" de Roberto Edgar Volcán.
Y mientras la final de Bailando por la Soja parece ser casi cantada, la productora Fideos del Sur (nombre que el cabezón sureño analiza cambiar por la escasez de harina) insaciable ante las repercusiones internacionales del certamen, analiza hacer un repechaje entre los que salieron del concurso, incluyendo a los más de 200 diputados del Congreso Nacional, entre los que sería figura destacada, la señora esposa del incansable conductor.