En la conferencia de prensa que brindó la presidenta de la Nación, Cristina Fernández Kirchner, el lunes inmediato a las primarias, hubo un cierto clima por el que algo se pudo avizorar.
El buen humor con el que la mandataria relató los pormenores de la llamada que recibió de Mauricio Macri para felicitarla por su triunfo, sumado al contenido del breve diálogo que sostuvieron, despertaron la suspicacia de los periodistas, que se dieron a analizar las actitudes de deshielo que comenzaron a notarse entre el gobierno nacional y el metropolitano en los últimos tiempos.
En este camino pueden alinearse algunos anuncios. Primero se informó la realización de una millonaria obra largamente postergada, como es la del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. En segundo lugar, habrá inversiones en la flota de colectivos, a cargo del gobierno nacional. Incluso, la primera de las obras estaría a cargo de la empresa constructora que preside Angelo Calcaterra, primo del jefe de Gobierno porteño.
Pero el pavimento de este acuerdo posee más hitos. Semanas atrás, Mauricio Macri prorrogó por cuatro años más el convenio del juego que beneficia a Cristóbal López, un amigo de Kirchner que es el zar de la actividad. Días después, realizada la segunda ronda de las elecciones porteñas, en las que triunfó ampliamente sobre el candidato kirchnerista Daniel Filmus, el jefe de Gobierno porteño se fue de vacaciones a Italia ?desde donde llamó a la presidenta para felicitarla por su triunfo en las primarias-, abandonando a su suerte a sus candidatos a diputados que competían en esta elección, cuya situación era tan complicada que sólo lograron el 16 por ciento de las voluntades en el mismo distrito en el que terminaban de obtener el 65 por ciento del los sufragios, quince días antes.
Estos hechos eran hasta el momento objeto de especulaciones, hasta que el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti -un hombre de primera línea en el entorno del PRO-, declaró que "se nota de parte del gobierno nacional una suerte de cambio de clima", negando, de todos modos, que se trate de un acuerdo. Una aclaración totalmente innecesaria.
"No hay un acuerdo pero sí se nota, sobre todo de parte del gobierno nacional, una suerte de cambio de clima en las declaraciones de la presidenta. Pareciera que puede haber un cambio de actitud, ojalá así sea", destacó Grindetti.
En declaraciones realizadas este lunes en un programa de Radio 10, el dirigente del PRO subrayó que la ciudad ?necesita el apoyo del gobierno nacional?, aunque dejando en claro de todos modos que el presupuesto de la ciudad solventa el 93 por ciento de sus gastos, una acotación que casi estuvo de más.