Se hizo oficial. La última movilización de apoyo a Aníbal Ibarra se confirmó para el próximo 2 de marzo, en Plaza de Mayo, a las 18. Así lo hizo saber el propio suspendido jefe de Gobierno porteño, este jueves, en conferencia de prensa. Estuvo acompañado por gran parte de su gabinete y el entorno de funcionarios más cercanos, ong’s de toda índole, organizaciones de derechos humanos y, en reiteradas ocasiones, pidió por "el respeto y defensa de las instituciones, contra quienes utilizan el dolor con fines políticos".
La llegada al Palacio San Miguel fue más dificultosa de lo esperado. Mucha gente, poca paciencia y transpiración por todos lados. Después de esperar un rato y escuchar "Saber que se puede, querer que se pueda…", el tema que Diego Torres va a cantar hasta que no tenga más voz, llegó Ibarra acompañado por su fiel acompañante en esta brava parada , el abogado defensor Julio Strassera.
Más allá de los asistentes civiles, en esta oportunidad, el suspendido jefe de Gobierno tuvo el respaldo de otros sectores políticos como el socialismo, el kirchnerismo, y gran parte de su gabinete, con una ausencia significativa pero que sereopite en cada aparición política de Ibarra: el vicejefe a cargo del Ejecutivo, Jorge Telerman. Así, se hicieron presentes el jefe de Gabinete, Raúl Fernández; el subsecretario de Comunicación Social, Daniel Rosso; el ex secretario de Descentralización, Héctor Cappacioli; el secretario de Cultura, Gustavo López; el de Salud, Donato Sppacavento, el de Producción, Eduardo Epszteyn, el de Infraestructura Roberto Feletti y el telermista, Sergio Beros, secretario de Desarrollo Social, entre otros.
De los K estuvieron presentes el presidente del bloque Frente para la Víctoria en la Legislatura porteña, Diego Kravetz y los diputados Alberto Pérez, Ivana Centanaro, Juan Manuel Olmos, su homónima Kelly, el secretario general del PJ, Víctor Santa María, Juliana Marino. Además, un viejo aliado como Jorge Giorno, el dirigente peronista Jorge Mercado y los socialistas Verónica Gómez y Roy Cortina. También, estuvo acompañado -y asistido en su discurso a través de un papelito- por su hermana, la senadora nacional Vilma Ibarra.
El palco a esa altura tenía toda la mística de los actos peronistas (menos la mayoría de sus integrantes) en los cuales cualquiera se sube hasta hacer peligrar su caída mientras que buena parte de los persoinajes importantes se quedaron abajo.
Adelante de un siempre sonriente Luis Farinello, Ibarra sostuvo: "Esta marcha no es contra nadie, sino que es a favor de las instituciones. Todos asistimos a un proceso que la tragedia, la sociedad, no se merece. Muchas de las cosas que se hicieron, se hicieron en nombre de la política. La sociedad esperaba otra cosa, que frente a la tragedia no hubiera tironeo político, mercantilismo político". Por otro lado, aseguró: "Los jueces dicen lo contrario de lo que dicen los legisladores acusadores y no hubo un solo testimonio que justificara la destitución o derrocamiento de un jefe de Gobierno. La sociedad no necesita esto, lo percibe".
Sin palabras directas hacia sus principales opositores, ni al macrismo ni hacia el ARI, Ibarra finalizó su discurso señalando que "lo que pensaron un una renuncia o en una negociación por mantener el cargo, se equivocaron".
Después llegó el turno de Tito Cossa que fue un poco más duro: "Este hecho ha desatado un brote de fascismo en la Argentina, adentro de la Legislatura y en la calle. Y creo que ante eso hay que pararse de inmediato. No podemos permitir ningún avance del fascismo, aunque sea un paso débil o inicial: hay que aplastarlo de entrada".
Luego hablaron representes de las Abuelas de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, Lita Boitano de Familiares que recordó la dupla Strassera-Ibarra en el Juicio a las Juntas del 85, una madre de una víctima de Cromañón y, de nuevo con el fondo musical de "Color Esperanza", Ibarra se abrazó con todos sus funcionarios y pasó a un reservado VIP al que copmo siempre accedió todo el mundo.
