Echan de un colegio porteño a una chica embarazada de siete meses

Echan de un colegio porteño a una chica embarazada de siete meses

Una chica de 15 años, de condición humilde y embarazada de siete meses, fue expulsada sin aparentes motivos del Colegio Sagrado Corazón de Barracas. La denuncia fue radicada en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. El defensor adjunto Gustavo Lesbegueris criticó que no se le diera a la adolescente la correspondiente contención y señaló que se lesionó el derecho a la educación. Podría tratarse de un caso de discriminación


Gisella tiene 15 años, vive en la villa 21-24 y está embarazada de siete meses. Este miércoles se enteró de que había sido expulsada del Colegio Sagrado Corazón de Barracas, donde cursaba el tercer ciclo del EGB. Aparentemente sin motivos. Al día siguiente concurrieron sus padres al establecimiento y las autoridades les comunicaron personalmente la noticia. No había marcha atrás, la chica se había quedado fuera de la escuela a un mes y medio de la culminación del ciclo lectivo.

"Es una alumna que, por lo que se sabe, no tuvo ningún problema académico ni disciplinario", afirmó el defensor adjunto Gustavo Lesbegueris. A su oficina concurrieron este viernes Gisella y su madre a solicitar que la Defensoría tome cartas en el asunto. "Iniciamos la actuación, vamos a mandar un pedido de informes al colegio y le exhortamos a sus autoridades a que revean la medida. Si no lo hacen solicitaremos a la Secretaría de Educación que le dé alguna alternativa a la chica", explicó Lesbegueris. El ombudsman adjunto relató que, Gisella, el día de su expulsión había concurrido al establecimiento acompañada de su hermanita de cuatro años y que este hecho habría sido la "excusa" que aducida por la institución para fundamentar su drástica determinación. "Si bien es un colegio privado, se trata de uno parroquial en el que se paga dos o tres pesos de cuota y al que asisten personas de condición humilde", explicó Lesbegueris.

Para el defensor, se trata de un caso que "constituye una clara lesión al derecho a la educación". "Las instituciones escolares deben contener a los alumnos. Por eso, se plantea una gradualidad en las sanciones. Pero en este caso la chica no habría tenido jamás un problema de indisciplina", manifestó Lesbegueris.

Aunque se sospecha que a Gisella la echaron por estar embarazada, aún no hay elementos que lo comprueben. Lo que sí quedó claro, según argumentó el defensor adjunto, es que a la futura mamá "no le dieron el derecho a defenderse y en lugar de retenerla la dejaron afuera del sistema educativo, ya que ni siquiera le dieron el pase a otro colegio". "Si se comprueba que hubo discriminación, ahí la cuestión sería mucho más grave", señaló Lesbegueris. En ese caso, el establecimiento ubicado en Vélez Sarsfield al 1.300 se verá, seguramente, envuelto en una causa judicial.

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