Charlas privadas sobre los cambios en el gabinete

Charlas privadas sobre los cambios en el gabinete

Desde que se desataron los rumores sobre cambios en el gabinete de Aníbal Ibarra, el run run es constante en los pasillos del poder porteño. Los funcionarios quieren definiciones, y lo que menos reina es la tranquilidad. Qué piensa y qué dice en la intimidad el jefe de la Ciudad sobre las negociaciones con los socios K y las movidas al interior de su gobierno


“Se dicen tantas cosas sobre los cambios en el gabinete, pero de mi boca no escucharon una sola palabra sobre el tema, ¿o acaso dije algo públicamente?”, se encogió de hombros Aníbal Ibarra en una reunión privada con sus colaboradores que le reclamaban precisiones. Es que por estos días de run run constante sobre los cambios en el gabinete ibarrista
–una consecuencia tardía de la tragedia de Cromañon-, no es precisamente tranquilidad lo que reina entre los secretarios del equipo porteño.

También en privado –nunca se lo dijeron a Ibarra-, los integrantes del gabiente porteño reclaman definiciones. “Que haya una confirmación o que alguien nos diga que tenemos que irnos. Pero con esta incertidumbre no se puede trabajar. Nos paraliza”, confiaron a esta agencia dos importantes secretarios del gobierno porteño que pidieron anonimato.

“No es cierto que esto genere incertidumbre; los funcionarios trabajan mejor para no ser removidos. En realidad, nadie tiene un contrato firmado y en un gabinete, nadie tiene la vaca atada. ¿O acaso algún ministro del Gobierno nacional tiene el lugar asegurado?”, suele decir el jefe porteño en estos días de un largo ni”.

Si algo repite Ibarra con ahínco en los ámbitos semi públicos es una frase, a modo de latiguillo: “No va a haber cambios”.

El jefe de la Ciudad considera que la confirmación del segundo de Juan José Alvarez, Diego Gorgal, en el lugar que dejará vacante el actual secretario de Seguridad no constituye un cambio en su esquema de gobierno sino una continuidad En su entorno aseguran que la confirmación de Gorgal, un hombre ligado al macrismo, revela también su decisión de mantener el entramado político que articuló para ensanchar la base de sustentación de su gobierno.

“Yo no voy a lotear mi gobierno; nunca lo hice, y no tengo por qué hacerlo ahora”, repite Ibarra ante unos pocos. Esa parece ser su respuesta a quienes le piden una mayor apertura del gobierno porteño a sus socios K.

Otro tema sobre el tapete por estos días es cómo quedó la relación con el vicejefe porteño, Jorge Telerman, después de sus críticas públicas a la gestión porteña. Son varios los ibarristas enojados con las declaraciones publicas del coequiper peronista, quien dijo que “si hubiéramos hecho todo bien, Cromañón no habría existido”.

“Telerman no dijo más de lo que yo dije en la Legislatura”, pone paños fríos Ibarra, según contó a esta agencia una fuente ibarrista inobjetable.

Con todo, y mientras Ibarra sigue negando cambios inminentes, sus operadores más directos siguen diciendo que es probable que el único secretario K, Héctor Capaccioli, abandone su puesto en el gabinete y que las áreas de Salud y Desarrollo Social son las más “aptas” para ser transferidas a los socios K, con el fin de ampliar la coalición con el Gobierno nacional. Aunque, por ahora, claro, nadie confirma ni desmiente. Ni siquiera Ibarra, sin micrófonos cerca.

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