Un grupo de alumnos y ex alumnos de la Escuela del Sol, de Colegiales, viene desarrollando desde el año 1998 un proyecto comunitario con el barrio: la confección de un mural gigante con reproducciones de obras de grandes pintores argentinos, de modo de destacar los hechos más sobresalientes del siglo pasado. Pero no sólo eso, los estudiantes autores del proyecto también se plantearon que el mural llegue a ser "el más grande de América del Sur".
El mural está casi terminado. Pero para poder hacerlo, los alumnos necesitan el apoyo de los funcionarios porteños para poner en condiciones el terreno en el que es ejecutado. Apoyo que fue solicitado en reiteradas oportunidades pero que todavía sigue sin aparecer.
Además de la confección del mural, los estudiantes proyectaron convertir ese predio abandonado de Colegiales, ubicado entre las calles Crámer, Zapiola y Matienzo, en un lugar de esparcimiento para el barrio. Propusieron armar una canchita de fútbol, mejorar el espacio verde, solucionar la invasión de perros, plantar árboles, instalar juegos para chicos y un tablero de ajedrez gigante.
Los alumnos comenzaron a ejecutar el mural, incluso bajo el asesoramiento del destacado artista argentino Pérez Celis, pero la parte más elevada del mismo no se pudo terminar porque las deficiencias del terreno no permitieron la entrada de una escalera para concluir las partes más altas.
A raíz de eso, los alumnos solicitaron al Gobierno porteño una serie de cosas, ninguna "imposible": en primer lugar afirmar el suelo, una escalera de doce metros para terminar el mural, una pintura antigrafitti, un acceso para discapacitados a la plaza, iluminación, cestos de basura, bancos, bebederos y la plantación de especies autóctonas.
RESEÑA DE UN MURAL QUE NO SE CONCLUYÓ
El proyecto del mural se planificó en 1998. Al año siguiente, fue expuesto en el Centro Cultural San Martín en el marco del Primer Encuentro de Jóvenes Ecologistas de la Ciudad. En el 2000 los alumnos consiguieron la autorización del CGP Nº 14 Oeste y en agosto de ese año, con el apoyo de diversas fundaciones y hasta del reconocido artista plástico Pérez Célis, comenzaron la diagramación del mural en una pared de 94 metros, con un promedio de 3 a 4 metros de alto y en algunos sectores de 10 metros.
En la ejecución del mural participaron alumnos de Jardín, Primaria y Secundaria además de vecinos, coordinados por un grupo de alumnos y ex alumnos del la Escuela del Sol. Finalmente, el año pasado se concluyó el mural, menos la parte más alta de éste, porque la falta de densidad del terreno no permitió la entrada de una escalera para finalizar la tarea.
A partir de allí, los alumnos solicitaron reiteradamente al Gobierno que consolide el terreno, le asegure un buen drenaje y proteja el mural con alguna pintura antigrafiti, ya que en reiteradas oportunidades fue víctima de algunas pintadas callejeras.
LA DEFENSORÍA PORTEÑA ELEVÓ UN INFORME AL EJECUTIVO
Finalmente, este año la Defensoría del Pueblo porteña elevó un informe a la Secretaría de Medio Ambiente porteña solicitando la pronta ejecución del pedido que los jóvenes realizaron en repetidas ocasiones.
"Vivimos rodeados de prejuicios sobre los jóvenes. Siempre escuchamos que ellos no quieren trabajar, que no leen, no estudian, que se drogan. Por eso nos parece importante mostrar que los jóvenes son otra cosa y tienen enorme creatividad, habitualmente desaprovechada", manifestó el defensor del pueblo adjunto porteño, Antonio Brailovsky, quien tomó cartas en el asunto.
"La propuesta tiene envergadura histórica", sostuvo el mediático defensor, quien agregó que "hace largo tiempo que los estudiantes vienen realizando las gestiones sin tener ninguna respuesta. Recientemente comenzamos a reforzar esas gestiones por lo que esperamos que el Gobierno de la Ciudad haga la pequeña parte que le toca de este proyecto".
Brailovsky también señaló con ironía: "Estoy seguro de que el arquitecto Catalano -autor de la escultura metálica con forma de flor gigante- no encontró obstáculos cuando ofreció instalar junto a la Facultad de Derecho una flor metálica que no tiene nada que ver con el diseño paisajístico del entorno y que es apenas, un homenaje a sí mismo".
"Por qué no darle el mismo tratamiento a un proyecto que promueve el arte argentino?", indagó finalmente el defensor adjunto.


