El 2 de octubre de 1992, el que entonces era el intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Grosso, le otorgó a la fundación "El Uno más grande de Buenos Aires" -una especie de "cooperadora", que apoya al Regimiento Nº 1 Patricios en "acciones de servicio comunitario"- la explotación del predio que está delimitado por las avenidas Bullrich y Santa Fe, las vías del Ferrocarril San Martín y la calle Cerviño, por el término de cinco años.
La concesión le fue otorgada a la fundación bajo la figura de "concesión de obra pública", que la obligaba a construir obras en el lugar. Sin embargo, casi diez años después, no existe rastro alguno de ninguna construcción en el lugar. Además, según el decreto 2502/92, la cesión era a título oneroso, pero tampoco existen registros de que alguna vez la fundación "El Uno más grande de Buenos Aires" haya abonado alguna suma al Gobierno porteño. Todo lo que había hecho la entidad durante los cinco primeros años, que vencieron en octubre de 1997, fue explotar una playa de estacionamiento.
Estas circunstancias motivaron a los concejales Facundo Suárez Lastra y Pablo Melfi, ambos radicales, a solicitar el fin de la concesión, que también fue solicitada por algunas reparticiones del municipio. Incluso, existió un dictamen del procurador general de la Municipalidad durante el período del intendente Jorge Domínguez, que también solicitó el fin de la concesión del predio.
Finalmente, cuando el permiso estaba próximo a caducar, el jefe de Gobierno, Fernando de la Rúa firmó el decreto 276, el 4 de marzo de 1997. Por medio de éste, se le prorrogó a la fundación la tenencia del predio por cuatro años más, con la prohibición expresa -incluida en el artículo 5º- de instalar "publicidad en vía pública bajo toda forma".
En cambio, el decreto autorizaba a la fundación a explotar la playa de estacionamiento, instalando la terminal de cabecera de la Línea 12 de colectivos. También debía la institución de apoyo al Ejército Argentino informar en forma semestral acerca del destino de los fondos ingresados en sus arcas.
UN DECRETO MANTENIDO PÚDICAMENTE EN SECRETO
El decreto 276 no apareció entonces en el Boletín Oficial, hasta que el 29 de marzo de 2001 se dictó la Ley 561, que establecía la obligación de publicar todos los decretos que no habían sido publicados. De manera sugestiva, recién en esa ocasión -en el transcurso del año 2001, cuando la concesión estaba a punto de vencer- fue publicado en el Boletín Oficial el decreto, que hay que recordar que había sido firmado en 1997.
EL HUMOR INVOLUNTARIO DEL LENGUAJE DE LOS BURÓCRATAS
El incumplimiento del contrato en el que incurrió "El Uno más Grande de Buenos Aires" fue tan evidente, que algunos artículos que contiene el decreto 276 parecen sacados de un libreto humorístico.
En el artículo 3º se le recuerda a la fundación que se debe ocupar del "mantenimiento y conservación de las obras que realice". Es decir, de las obras que nunca realizó.
Otro rasgo humorístico aparece en el artículo 5º, en el que se prohibe al concesionario "toda forma de uso del predio concedido con fines publicitarios". En la esquina de Santa Fe y Bullrich hay tres carteles luminosos en altura y sobre la Avenida Bullrich y sobre Cerviño hay 31 carteles más, de chapa, de aproximadamente cinco por cuatro metros, que, de acuerdo a lo que manifiesta el ex representante del Partido Demócrata Marcelo Gey, autor de la denuncia, generarían -según algunos expertos- una renta mensual de 70 mil pesos.
Por último, lo más gracioso es que el único artículo del decreto que se cumplió acabadamente fue el artículo 9º, que dice que "La Fundación tomará posesión del predio en forma inmediata a la notificación del presente".
LA ACTUACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS
En los principios del año 2002 se elaboró el Informe Nº 159, en el que Fernando Calvo, director de Concesiones y Privatizaciones daba cuenta de la existencia de los carteles de publicidad y advertía sobre la ilegalidad de la acción. Además, intimaba a la entidad a quitarlos.
En abril, finalmente, se efectuó una inspección en el predio, en el que las autoridades comprobaron que la publicidad seguía allí.
Actualmente, la Fundación "El Uno más Grande de Buenos Aires" sigue usufructuando el predio, a pesar de que el dos de octubre venció el permiso que le otorgó de la Rúa por medio de un decreto reservado, entre gallos y mediasnoches.
Como todas las concesiones, ésta está siendo revisada por una Comisión que fue creada por la Ley de Emergencia Económica para este fin. Esta comisión existe desde el inicio de este año, pero aún no ha tomado una decisión definitiva.
Las autoridades se manejaron en este caso con la morosidad que les es habitual y entretanto en ese predio se siguen cometiendo infracciones ante la vista de todo el mundo, incluidos los funcionarios.



