Mediante una carta titulada “Gracias por leerme”, Pablo García, el hijo del periodista Eduardo Aliverti -que atropelló y mató a Reinaldo Rodas en febrero pasado- lamentó el “show mediático” en torno a lo que calificó como un “fatal” accidente de tránsito y dio su versión sobre lo ocurrido. La familia del hombre fallecido tildó la misiva como una “payasada”.
Según relató el joven, quien este jueves concurrió a la justicia, “lo único que pensé, al ver el cuerpo del señor dentro del vehículo, fue llegar al primer peaje en busca de ayuda de emergencia”.
“Nunca se me cruzó por la cabeza si eso estaba a uno, diez o veinte kilómetros. Tampoco podía acceder tampoco a mi teléfono celular, que se encontraba en el bolsillo derecho de mi pantalón, debajo de parte del cuerpo”, agregó.
El joven, al igual que ayer, en su declaración indagatoria ante la fiscal de Pilar María Inés Domínguez, rehusó decir si estaba alcoholizado al momento de la tragedia, el 17 de febrero en la autopista Panamericana, a la altura del kilómetro 52, cuando manejaba su Peugeot 504.
García se quejó de “las incesantes versiones erróneas y desinformaciones periodísticas que apuntan a construir una imagen pública de mi persona, tal si fuese el mismísimo diablo”. Además, señaló que había guardado “absoluto silencio” en “memoria” de Rodas, “y en respeto de sus familiares y seres queridos”.
El locutor lamentó “la imagen que públicamente se ha tratado de crear” sobre su persona, “hasta el punto de producir que fuera víctima de escraches similares a los que se han realizado contra genocidas, represores y violadores sistemáticos de los derechos humanos”.
En la misma línea, negó haber arrastrado el cuerpo de Rodas durante 20 kilómetros como también que haya querido escapar. “De haber querido darme a la fuga, podría haber tomado cualquiera de las salidas que se indican en la Panamericana”, explicó.
Asimismo, reiteró que trató de contactarse con la familia de Rodas y habló con su hermano, Aldo, ante quien se puso “a disposición de todos ellos, cuando lo desearan y a fin de cuanto requirieran”. “Quiero dejar a disposición, si ser posible y necesario los audios de las escuchas telefónicas, en diálogo producido entre las 19 y 20 horas del 13 de marzo pasado. No guardo ningún rencor por el escrache sufrido en mi domicilio el sábado anterior, y entiendo el terrible momento que están viviendo. Me puse a disposición de la familia del señor Rodas. Sigo estándolo, y así continuaré tanto con ellos como con la Justicia. Gracias por leerme”, completó.
En respuesta, el hermano de Reynaldo precisó que, “cuatro semanas después” del hecho, ocurrido el 17 de febrero, atendió por “educación” una llamada telefónica de García, quien no se mostró “arrepentido”, al tiempo que equiparó ese diálogo con la reacción pública del padre del imputado, al sostener que “no notó conmovido a ninguno de los dos”.
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