La segunda Legislatura porteña no tuvo sesión maratónica que la despojara de los temas pendientes, por lo que serán los diputados que asumieron este miércoles los que deberán tratar en el recinto estos proyectos de ley. Las iniciativas de reforma política perecieron en medio del cronograma electoral, en tanto, muchas de las referidas a la calidad de vida de los porteños quedaron sepultadas por la crisis, en diciembre de 2001.
Este último es el caso de las leyes de Calidad de Aire y de Sida, cuya aprobación estaba prevista para los días de la revuelta popular y que, desde entonces, cayeron en el olvido. El despacho de Ley de Sida establece la implementación de políticas de reducción de daño en los usuarios de drogas y la gratuitidad de los medicamentos y métodos de prevención. En tanto, la Ley de Calidad de Aire es el instrumento que debe regular los niveles de contaminación ambiental en la Ciudad de Buenos Aires.
La Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura, presidida en ese entonces por el diputado Héctor "Tom" Costanzo, había realizado, entre el 5 y el 20 de agosto de 2002, una serie de encuentros con abogados constitucionalistas para debatir la Reforma Política que, por esos días, parecía iba a aprobarse. Sin embargo, con el cronograma electoral adelantado, al principio, y postergado judicialmente después, se cayó toda posibilidad de introducir cambios de fondo al sistema político de la Ciudad. Tampoco se sancionó el procedimiento de recambio parcial de la Legislatura, que deberá producirse por mitades a partir del 2005.
Distinta es la situación de la Ley de Comunas, cuya aprobación debió producirse hace más de dos años, según lo establece la Constitución porteña, y que sobre el final de su mandato los ahora ex legisladores intentaron impulsar. Marzo es el mes que suena en los pasillos para su tratamiento en el recinto, pero existen actualmente diferencias insalvables entre el macrismo y el ibarrismo.
Otro proyecto que debió concretarse por mandato constitucional es el de creación del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires, aunque aún ni siquiera se habla seriamente de él. En tanto, el Parlamento porteño aún debe fundar algunos colegios públicos de profesionales.
El resto de las iniciativas que duermen en la Legislatura son las leyes de Talles, que propone que los comercios tengan ropa de todos los tamaños; de Canje de Armas por alimentos y juguetes; de Ética Pública; de Patrimonio Arqueológico; de Educación Sexual; de Presupuesto Participativo; de Medicamentos; de Educación y de Puerto. Tampoco se han aprobado aún los planes Urbano Ambiental y Estratégico de Cultura -con todos sus proyectos afines-, ni los códigos de Publicidad y Procesal Penal.