En una sesión tan corta como emotiva, juraron esta tarde la nueva defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini, y los cuatro defensores adjuntos, Gustavo Lesbegueris, Graciela Muñiz, Atilio Alimena y Claudia Serio. La presidenta de la Legislatura, Cecilia Felgueras, les tomó juramento apenas comenzada lo que será la última sesión de este cuerpo legislativo, antes que se produzca el recambio por los diputados que juraron ayer, salvo los que repiten mandato.
Al igual que en el caso de la designación, las gradas estaban pobladas por amigos y familiares de cada uno de los designados, mezclados entre el público que iba por los temas específicos de la sesión. Contrariamente a lo problemáticas que fueron las últimas sesiones, ésta se desarrolló con clima distendido, de forma coherente con la responsabilidad que la ceremonia de jura de estos cargos impone.
Minutos antes, en el Salón Eva Perón, Pierini compartió una charla informal con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, así como con un grupo de Madres Línea Fundadora y de Memoria Abierta, todas llegadas a la Legislatura especialmente para la asunción de la ex subsecretaria de Derechos Humanos. Fueron ubicadas en la primera fila debajo del estrado del presidente del cuerpo.
Casi sobre el final del evento entró como una ráfaga por la puerta principal del recinto, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, amigo y compañero de la nueva defensora, se estrecharon en un abrazo y volvió a su tarea.
Los juramentos fueron individuales, con distintas fórmulas y cada vez que se escuchba el "Sí, juro" se desataba una catarata de aplausos y gritos que bajaban de las tribunas y de las bancas. La "hinchada" más numerosa fue de la radical Claudia Serio, que inundó la sala con papelitos rojos y blancos para terminar cantando una marchita partidaria.
La Defensoría del Pueblo es uno de los organismos de control que fija la Constitución de la Ciudad y su mandato es de cinco años, renovable por un período. La gestión anterior fue encabezada por Alicia Oliveira y terminada interinamente por Alejandro Nató cuando la titular se fue acompañando a Rafael Bielsa a la Cancillería, luego de secundar a Miguel Bonasso en la lista de candidatos a diputados nacionales del Partido de la Revolución Democrática.
Anteriormente a la sanción de la Constitución, Antonio Cartañá fue el primer ombudsman de la Ciudad con una estructura de cuadros técnicos que luego fue absorbida por Oliveira.