El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, inauguró este jueves a la tarde la primera incubadora de empresas de base tecnológica en la Ciudad (BAITEC), que funciona en un edificio reciclado de 1.000 metros cuadrados, ubicado en la avenida Ingeniero Huergo 1189, en San Telmo.
El desarrollo de videojuegos de última tecnología para consola portátil para exportación; el reconocimiento de la identidad de sujetos mediante la voz, aplicado a la seguridad informática y el comercio electrónico; un sistema controlador de máquinas expendedoras; el análisis sensorial electrónico de narices, lenguas y pieles electrónicas; y Sensaplus, una empresa que se plantea utilizar el análisis sensorial para desarrollar productos según el gusto de los consumidores, son proyectos que se instalarán en el nuevo edificio en una primera etapa.
También funcionará desde un principio un banco de levaduras, de control de calidad y propagación de cepas utilizadas por PyME’s cerveceras; una firma de filiación e identificación de pequeños animales; un laboratorio de análisis especializados para mascotas; y una impresora Offset para hojalata.
El flamante programa pone a disposición de las empresas asesoramiento técnico y de gerenciamiento, capacitación y consultoría, financiamiento preferencial, contactos comerciales, acceso a equipos y vinculación con otras empresas y potenciales clientes y proveedores. En tanto, el edificio reciclado está equipado con oficinas, salas de reuniones y un auditorio.
"La incubadora de empresas -afirmó Hecker- tiene una premisa conductora que se puede simplificar en lo siguiente: se trata de poner a disposición todas las herramientas necesarias para que una idea innovadora y rentable se convierta en una empresa, con todo lo que eso significa en el desarrollo productivo de la Ciudad: la creación de productos y servicios con alto valor agregado de contenido tecnológico, el empleo de mano de obra calificada y las inversiones y demanda de empleo que una empresa tracciona".
En tanto, el jefe de Gobierno porteño manifestó: "Fue a partir de este diagnóstico que pusimos en marcha el Plan Estratégico de Gestión Tecnológica, a fines del año 2000, y la prosecución de ese plan llevó a la necesidad de constituir un espacio físico en el cual diversos proyectos innovadores seleccionados pudieran desarrollarse en un ámbito ‘de incubación’, asistidos por profesionales especializados, equipado con los medios necesarios para realizar actividades de investigación y desarrollo, dotado de medios para profundizar la capacitación y subsidiar el inicio de las empresas".
"De este modo, estamos inaugurando la primera incubadora de empresas de base tecnológica de la Argentina, la cual constituye un hito fundamental para este plan estratégico, y que se complementará con la conformación del Instituto de Creación de Empresas y las sucesivas ampliaciones de esta incubadora", informó Ibarra.
En la actualidad, se estima que existen en el mundo alrededor de 1.000 incubadoras de empresas, tres veces más que en 1990. La mitad se encuentra en Estados Unidos, país en el que hay más de 9.000 empresas incubadas.
Según la National Small Business Administration de los Estados Unidos (NBIA), al cabo de tres años la tasa de éxito para negocios incubados oscila entre el 75 y el 80 por ciento, frente al 20 o 25 por ciento que reportan los nuevos negocios no incubados.
La inauguración de BAITEC marca la culminación de la primera etapa de ejecución del plan estratégico de gestión tecnológica, que se puso en marcha a fines de 2000, y que tuvo como entre su principales iniciativas el Programa Universitario de Estímulo a las Vocaciones Empresarias (PRUEVE), que consistió en seleccionar y asistir a 241 proyectos empresariales surgidos desde las universidades.
Dentro de ese mismo plan estratégico se implementó el Programa de Apoyo a la Modernización Productiva (PROAMPRO), que entregó 99 subsidios por tres millones y medio de pesos; el PRO-ISO, destinado a financiar la certificación de calidad de las empresas; el premio Ciudad y Tecnología, orientado a premiar soluciones estratégicas para problemas de la ciudad; y el otorgamiento de créditos para innovación, a través de la ley 23.877.