Más allá de la disputa por la vicepresidencia, en la Legislatura se está jugando otro partido, que tiene que ver con un reclamo gremial por la estabilidad laboral de casi doscientos empleados que revistan en la denominada "planta institucional".
Estos trabajadores cumplen funciones de planta permanente, pero son transitorios o tienen contratos de locación de servicios -aunque en realidad se desempeñan en relación de dependencia- y ocupan las áreas que hacen al manejo operativo y cotidiano de la casa. Integran sectores como prensa, sistemas, asuntos jurídicos, sonido, televisión, recursos humanos, seguridad, ceremonial o tesorería. En definitiva, las áreas que van más allá de los despachos de diputados y de los bloques partidarios. Las comisiones legislativas son -a decir de fuentes de la Casa- una "zona gris", en la que se mezclan los asesores políticos con los empleados institucionales.
Los trabajadores institucionales fueron nombrados por la vicepresidencia primera de la Legislatura, a propuesta de los diputados. Muchos de ellos, que vienen trabajando desde hace varios años, "sobrevivieron" al mandato de los legisladores que los propusieron debido a la especificidad de las funciones que cumplían, que hizo que cuando se renovara la primera Legislatura, se realizara una lista de trabajadores "imprescindibles" a los que se les permitió seguir en sus puestos, aunque en condiciones precarias.
La Constitución establece, textualmente, que "la Legislatura organiza su personal en base a los siguientes principios: ingreso por concurso público, derecho a la carrera administrativa y a la estabilidad; tiene personal transitorio que designan los diputados por un término que no excede el de su mandato". Por eso, quienes están en contra del pase a planta permanente de estos empleados -varios diputados salientes y también entrantes- afirman que esto sería inconstitucional y que podría remitir al viejo Concejo Deliberante, en el que proliferaban los nombramientos a dedo.
Por eso, la propuesta que plantean algunos sectores gremiales de la Legislatura y que harán efectiva el próximo lunes, cuando se realice una nueva reunión de paritarias, es que se garantice la estabilidad laboral de la planta institucional hasta que se lleven a cabo los concursos previstos en la Constitución. También, que estos trabajadores sumen puntos a la hora de la compulsa por haberse desempeñado en la Casa. Como argumento a favor, dicen que esto evitaría nuevos conflictos, ya que no ingresaría nuevo personal para ocupar puestos en esas áreas.
No se sabe aún qué final tendrá esta historia. Pero sí es clara una cosa: hay malhumor entre los empleados y varios afirman que, si el reclamo no es tenido en cuenta, no dejarán sesionar más de aquí a fin de año.