El Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández -que depende de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad- no está pasando por su mejor momento. A las denuncias que se presentaron hace un par de años, en las que se afirmaba que la institución educativa cobraba aranceles cuando es de carácter gratuito, se suman ahora problemas estructurales y más cuestionamientos por presuntas irregularidades.
El Lenguas Vivas (como se lo conoce comúnmente) dicta clases en tres niveles: primario, secundario y terciario. A partir de denuncias efectuadas por la comunidad educativa ante las autoridades correspondientes y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, se inició un sumario administrativo que tramita desde agosto del 2003 en la Procuración General de la Ciudad que aún no ha dictaminado, pese al tiempo transcurrido.
Simultáneamente, la Auditoría General de la Ciudad, luego de realizar una auditoría externa, se expidió con un informe en el que deja clara y contundentemente comprobada que en esa escuela habían ocurrido gravísimas irregularidades de diversa índole. Tal es así que el auditor, Matías Barroetaveña, se presentó ante la Justicia denunciando penalmente esos hechos y se originó una causa que tramita el Juzgado de Instrucción en lo Criminal Nº 19 Fiscalía Nº 28, bajo la carátula "Administración fraudulenta en concurso con falsificación de instrumento privado".
"Las denuncias no fueron motivo suficiente para que las autoridades del propio colegio ni de la Secretaría de Educación tomaran las medidas pertinentes para que cesen dichos actos delincuenciales", aseguró un docente del Instituto.
Los hechos denunciados son, entre otros, el arancelamiento de una carrera terciaria y de los cursos de todos los idiomas, incluyendo español para extranjeros; el faltante de dinero en las arcas de la asociación cooperadora; la falsificación y adulteración de facturas y presupuestos; y el arrendamiento del último piso para alojamiento de extranjeros.
En diálogo con NOTICIAS URBANAS, un estudiante del Lenguas Vivas remarcó: "Además, se agregó un nuevo negociado. La utilización de edificio, bibliotecas, salas de computación, aulas y demás por parte de una consultora particular que ofrece a extranjeros, por Internet, los beneficios de tomar clases de español, nada más y nada menos que en nuestro instituto".
Efectivamente, en la página de Internet de la consultora (www.goodayres.com.ar) se muestran fotografías de las galerías y el frente del instituto. Los precios de los cursos van desde los 280 hasta los 315 dólares.
Según un docente, "en todos los cursos los salarios docentes son abonados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el usufructo, que son cientos de miles de pesos, dólares y euros son para las dueñas de estos emprendimientos".
Por otra parte, la diputada porteña Sandra Bergenfeld (Cambiemos Buenos Aires) presentó un proyecto por el cual solicita al Poder Ejecutivo de la Ciudad que informe sobre las características edilicias del Lenguas Vivas; los controles desarrollados por el Gobierno de la Ciudad Buenos Aires en los últimos seis meses; las tareas de mantenimiento realizadas en la institución; y las medidas de seguridad establecidas para evitar riesgos a los concurrentes.
Bergenfeld sostuvo: "El deterioro que padece la institución educativa excede lo tolerable, ya que pone en situación de riesgo físico a los educandos que concurren a instruirse. Es por ello que se requiere la ejecución y control de todas las medidas de seguridad con que cuenta el Gobierno de la Ciudad para salvaguardar la integridad de nuestros niños y jóvenes".