Horas después que la vicejefa de Gobierno electa y el ministro de Hacienda repitieran por enésima vez que la Ciudad no puede recibir, a partir del 1 de diciembre, el sistema de transporte subterráneo "en las condiciones que la Nación quiere traspasarlos", el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, salió a contradecirlos, para minutos después, contradecirse a sí mismo.
Antes de ingresar a la reunión de Gabinete de Ministros, el funcionario afirmó en Radio El Mundo que "el Gobierno porteño puede hacerse cargo la semana que viene del servicio", y rechazó, además, que se necesiten subsidios de Nación hasta 2017 para operarlo.
"Queremos ya el subte. Pero para eso nos tienen que decir cuáles son los gastos y acordar cómo se van a pagar las inversiones que faltan. Estamos dispuestos a hacerlo en un 50 y 50 cada uno. Y lo traspasamos la semana que viene si es necesario", aseguró Piccardo, quien minutos después, hizo la salvedad que de todos modos "hacerlo en 10 días es poco serio".
El funcionario estimó que "hace falta un par de semanas trabajando los dos equipos -Nación y Ciudad- en forma intensa" para concretar el traspaso, y precisó que "es un tema técnico, no hace falta discutir más el plazo".
Las repercusiones de sus dichos, en la interna de Gobierno, no fueron las más felices.
