Los caminos porteños de CFK

Los caminos porteños de CFK

La Presidenta tiene aún alternativas para retomar la iniciativa en la Ciudad de Buenos Aires. Jugadas finas y alta política. Una más simple que otra.


La Ciudad de Buenos Aires ya decidió la reelección de Mauricio Macri a pesar de que falta la formalidad del ballottage. El tema es que, a pesar de las declaraciones públicas, los dos palacios de la Plaza de Mayo ya tienen la mente puesta en el futuro político dando por cerrado el capítulo porteño.

Por ejemplo, desde el PRO ya están afincados en la provincia de Santa Fé operadores de fuste para respaldar y potenciar el desempeño de Miguel del Sel en la próxima elección. Otros estarán yendo y viniendo hasta el día de los comicios mientras otro grupo ya está operando sobre la provincia de Córdoba. El aluvión de votos del domingo pasado, sumado a los escenarios favorables que se le avecinan al PRO, le han dado nueva vida al partido de Macri que, aunque no la descuide, sacó el foco fino de la segunda vuelta. Para esta etapa de la política, el macrismo no escatimará recursos, ya que tiene asegurada la caja en la Ciudad por cuatro años y medio más. Hasta Jaime Durán Barba tiene parte de su equipo con la vista puesta en los desafíos que vienen.
Con alguna torpeza, ya que la iniciativa no depende de ellos, algunos dirigentes ganadores salieron a pedir que sus contrincantes abandonen la idea de presentarse, algo que producirá el efecto contrario si los K se sienten apretados. Algunos PRO no quieren el ballottage para acentuar le triunfo en primera vuelta. Sin embargo, según otras versiones, algunos popes del PRO prefieren el ballottage, ya que les garantiza otro resultado contundente dos semanas antes de las primarias que tanto preocupan en Balcarce 50.
Si hablamos de torpezas, imposible destronar a Fito Páez y su contratapa en Página/12, que, a pesar de la justificación del propio medio, de ninguna manera desató una polémica en la sociedad. Fue mucho más que eso: generó la indignación de propios y extraños. Esta vez ofreció su intolerancia y no el corazón. Aníbal Fernández, inimputable y con biela fundida, no llama más la atención con sus continuas salidas, esas que anteceden a la suya del futuro gabinete.

Los cuestionamientos van y vienen en el kirchnerismo acerca del resultado logrado en los comicios, pero hay quienes reconocen que no está dicha la última palabra respecto de la disyuntiva de presentarse o no. Este fin de semana sería definitorio para la decisión de la Rosada. El discurso oficial en todos los niveles es contundente, con más o menos referencias a la ligazón con Olivos, de Daniel Filmus para abajo, todos expresan la absoluta certeza de que no sólo acudirán a la segunda vuelta sino que tienen un plan para revertir el resultado. La pregunta del millón es la siguiente: si lo que importa de aquí en más ?en realidad desde que empezaron los procesos provinciales? es la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner a la Presidencia de la Nación, podríamos desgranar como analistas de este distrito las conveniencias o no de CFK de que Filmus vaya a la segunda vuelta.

Seguir la agonía hasta el 31 de julio sería suicida.

Conveniencias: ninguna. Absolutamente negativo desde cualquier aspecto que se lo mire, el resultado electoral puede ser peor que el del domingo, el relacionamiento de la Presidenta con la Ciudad ?que es bastante bueno? sufrirá un deterioro, ¿y a cambio de qué? Será un pésimo antecedente de las primarias para su fuerza ?más allá de que no compita su figura?, y un festín interminable para la prensa opositora que hará centro en el fracaso de su estrategia. Decir que sacaron el 40 por ciento en el mejor de los casos, sería igualar la marca de cuatro años atrás, sin avanzar ni un punto de los cuatro que sí lograron en la pobre primera vuelta. Y además, ése no es el piso ni el techo de nada para la Rosada; cualquiera que conozca algo de la Capital sabe que los votos locales de Macri, Filmus y Pino se entremezclan cuando la elección remite a la figura de CFK.

Hay dos caminos razonables para la Presidenta. El más inteligente pero difícil por el mismo Macri ?que se está analizando en algunos despachos? es la propuesta de plantear un acuerdo político con el PRO en el cual las dos fuerzas desistan de ir al ballottage, respetando la Constitución y revisando los aspectos legales, donando los aportes estatales nacionales y locales que demanda el acto electoral, más las sumas previstas de publicidad de campaña permitidas y, quizás, con un agregado de algún aporte más a medias, todo ello puesto en un objetivo social y público específico, como por ejemplo el Hospital de Lugano o cualquier otro, algo concreto que inaugurarán funcionarios nacionales y locales. El Fondo que puede oscilar entre 30 y 80 millones de pesos (depende de los aportes), no iría a las arcas del GCBA y será auditado por la Auditoría de la Ciudad, la Defensoría del Pueblo y dos representantes, uno de cada gobierno. La ganancia aquí para la Presidenta es importante, retomaría la iniciativa que perdió su candidato, haría una ayuda concreta a la Ciudad contra lo que habitualmente le endilgan, interpretaría la decisión de los porteños de evitar la segunda vuelta y los dejaría ese domingo en paz, esquivando una derrota más en estos dos meses complicados y potenciando su figura, en lugar de deteriorar su relación con los porteños con vistas a agosto y a octubre. La ganancia de Macri es que ya no puede ganar más nada que lo que ganó (que es mucho), se evitaría el desgaste hacia la nada, se pondría a pensar en lo que viene más rápido y retomaría el diálogo con el Gobierno nacional.

La segunda es más corta pero deja heridos y muestra debilidades. Es bajarlo a Filmus de un cascotazo y dar por terminado el capítulo porteño. Se perdió hasta acá. o

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