Luego de que el Jardín Botánico fuese clausurado, Carlos Pisoni (director de la Comisión de DDHH de la Legislatura), Juan Marcos Neyra y Alberto Barrientos (los dos jardineros denunciantes), dieron hoy una conferencia de prensa para expresar sus opiniones con respecto a la aparición de restos óseos en el mismo.
En la conferencia, Pisoni sostuvo que con este hecho quedan a la vista tres situaciones a destacar: una, que existe "una mafia en el Jardín Botánico, dos, que hay una gran inoperancia del poder judicial", y tres, que queda a la vista el incumplimiento de deberes de los empleados públicos".
Alberto Barrientos, empleado del jardín desde hace más de treinta años, y quien fue cambiado de su ámbito de trabajo luego de su denuncia, declaró: "Me mandan al Parque Roca y no me lo merezco". Además, haciendo alusión al sumario que se le abrió en su contra agregó: "Dicen que tengo malas costumbres" pero "nunca fui un atrevido".
Por su lado, el otro jardinero, Juan Marcos Neyra, dijo haber visto restos óseos desde que ingresó como empleado al jardín el 1 de marzo de 2007, hasta el 19 de abril de 2008, día en que fue separado de su cargo por no renovársele el contrato. Respecto al origen de los huesos, Neyra respondió: "Yo calculo que son huesos de desaparecidos" y luego agregó: "Lo que te puedo asegurar es que son huesos humanos".
También Barrientos ratificó lo dicho por su compañero al expresar que llegó a ver un "esqueleto completo".
El director de la Comisión de DDHH de la Legislatura, con respecto a la situación laboral de Barrientos (fue enviado a otro parque) y Neyra (no le renovaron el contrato), dijo "vamos a hacer todos las acciones posibles para que los dos vuelvan a trabajar".
La conferencia iba a estar presidida por el diputado porteño Juan Cabandié, quien finalmente no asistió. Junto a Pisoni, presentó este viernes por la mañana una denuncia penal ante el Juzgado de Instrucción Nº 11 por los hechos sucedidos.