"De chiquita era muy talentosa. Dedicada nada más que a la danza, al estudio, al piano. Soy profesora de piano y de música. Mis padres y hermanas me mimaron mucho en el sentido de que sabían que yo era una artista. Mi papá me fomentó siempre la cosa de arriesgarme a, arriesgarme a una determinada movida. Un hombre con una dinámica, adelantado a su tiempo, con un empuje para sus hijos… Era increíble".
"Estar en ‘Fetiche’ se dio como se dan todas estas cosas: me llamó el director. Había visto casi todo lo de Muscari. Aparte hice con él los trece capítulos de ‘Circo Rojo’ para Playboy en televisión, Después seguimos trabajando juntos y me llamó para esto. Se trabajó en base a la vida de la fisicoculturista Cristina Musumeci y José tenía mucho material porque había hablado con ella. Después, con ella, nos juntamos nosotras. Le hicimos preguntas para conocerla y así se fueron formando las cosas. Pero más que nada, desde mi punto de vista, me basé para el personaje en una pila interna. Una energía interna que mantengo desde que salgo del camarín hasta que termina el espectáculo. Es una pila, una energía de alto rendimiento. Desde ese punto tomé el personaje".
"No me considero precursora de nada. Todos tenemos energía. Más baja, más alta. El que se dio cuenta antes, se dio cuenta y el que no se dio cuenta, le va por ahí. Yo tuve un programa pero no porque yo-tuviera-un-programa sino porque yo quería tener un programa. De cualquier cosa. Lo dije en televisión y me llamaron al toque. Llegué a mi casa y tenía una llamada de América, que estaban por largar ‘Signos de la Medianoche’. Les dije que me interesaba conducir cualquier programa. Fue una buena experiencia. Me divertí mucho".
Impasse: Edda recién sale del ensayo. Aparece con anteojos oscuros y con una campera con capucha. Pide un sándwich. Come y responde. A veces, bien. Otras… "Pendejo, sos extraño", me dice.
"El rotulo de ‘come-hombres’… Por empezar, no como hombres. Estaría muy gorda. Y en general en mi vida, los hombres me han comido a mí… metafóricamente hablando. La gente ve, o le pega una situación, una onda. Al periodismo le pega una movida así para vender. Si la seguís, la seguís… y si no la seguís, se sigue… Es parte del juego de la prensa y uno. Está todo bien".
"La experiencia de ‘Tumberos’ fue muy corta. Iba a ser más larga, con un personaje y su desarrollo. Pero ‘Tumberos’ fue para otra dirección, como pasa a veces en una filmación para televisión y mi personaje desapareció. Agradezco a la prensa y al mundo que siempre me nombran ‘Tumberos’ como algo muy importante que yo hice. Tuve una prensa demoledora y lo mío fue un sólo programa. Es increíble".
"’Correccional de Mujeres’ significa uno de los sucesos argentinos que más amo. Trajo a mi vida una movida que jamás imaginé. Una trascendencia dentro del rock que nunca pensé. Tengo que agradecer a la vida que existe Attaque 77, que se haya hecho esa película, que ellos me hayan dedicado esa canción, que trascienda y que sea un clásico.
La primera vez que la escuché fue porque me la dio un pibe de mi barrio que me dijo que me habían escrito una canción. Yo no le creí nada. Me dijo que me la iba a traer. Me la llevó. La escuché. No entendí nada. Lo único que entendí fue ‘Edda, Edda Bustamante’. No estaba bien grabada. Me divertí mucho. Al tiempo salía a la calle y todos la cantaban… los tacheros, la gente ¡y fue genial! Lo agradezco mucho".
"Me llevo muy bien con el público. Si ellos han venido a ver un espectáculo en el que estoy les doy las gracias. Soy una agradecida. Siento que siempre he sido popular en el sentido de llamar popularidad a que la gente se dé vuelta a mirarte, que se quieran acercar a vos. Desde que tengo catorce, quince años, la gente se ha querido acercar. La gente me ha parado por la calle, se ha dado vuelta. Detalle que siempre le ha llamado la atención a mi mamá. Yo tengo una forma de caminar… Pueden ser las pilchas… uso pilchas muy extrañas. Recién cuando empecé a hacer televisión y tuve un nombre popular me sentí tranquila de que me miraran. Pero he sufrido mucho antes por eso".
"No leo las críticas. No las leo pero si estoy dentro de un equipo, de un elenco y se habla ‘¿viste la crítica que me hicieron?’, yo pregunto: ‘¿está buena la foto mía? Porque cuido más la imagen’. Hay periodistas que hacen críticas, que los conozco. Sé como son y sus cabezas y puede llegar a interesarme lo que dicen de la obra o de mí. Sé que tipos de personas son. Pero las críticas de aquéllos que no conozco, las leo y al otro día, me las olvido. No conozco a esa persona, no sé como es. No sé con qué valores me está juzgando".