Todos dicen que el otro es antidemocrático

Todos dicen que el otro es antidemocrático

Tanto quienes estuvieron a favor del tratamiento de la iniciativa que posponía las elecciones para el 5 de octubre como los que estuvieron en contra utilizaron fundamentos similares para descalificarse mutuamente. "Mamarracho", "Catamarca", "antidemocrático" y "anticonstitucional" fueron algunos términos que se dijeron o que subyacieron a cada argumentación. Finalmente no se obtuvieron los votos necesarios para habilitar sobre tablas el debate del proyecto


Luego de que no prosperara el intento de votar una norma que pospusiera las elecciones para el 5 de octubre, el vicepresidente primero de la Legislatura y candidato a jefe de Gobierno por el radicalismo, Cristian Caram, manifestó que "en una semana Mauricio Macri y Aníbal Ibarra se asociaron dos veces en función de sus conveniencias. Mientras, los porteños seguimos sin saber cuándo votamos". Por ese motivo definió la situación creada por ambos candidatos como "un mamarracho institucional al mejor estilo Catamarca".

Curiosamente, el ejemplo de Catamarca fue tomado, aunque en sentido inverso, por el diputado Oscar Moscariello, presidente del bloque macrista Juntos por Buenos Aires, que votó en contra de la medida. "¿Cuál era el objetivo de esta iniciativa, que la gente no vote? ¿Qué van a hacer el 8 de junio: quemarán las urnas, harán de Buenos Aires una nueva Catamarca? No se los consentimos", manifestó luego de la sesión.

En otra clara demostración de que distintos argumentos pueden utilizarse distintos fines, el presidente del bloque del Frente Grande, Marcelo Vensentini, también utilizó el término "mamarracho" como Caram, pero esta vez para calificar a la propuesta legislativa que, en consonancia con el macrismo, su sector se negó a discutir. El legislador manifestó que si el proyecto "no fuera un mamarracho jurídico de punta a punta, estaríamos frente a un intento de golpe de Estado contra la Ciudad de Buenos Aires. Y agregó que el argumento de que postergar la fecha dará más tiempo para el debate de proyectos entre los candidatos es absurdo, ya que la campaña, cualquiera sea el día de los comicios, sólo puede comenzar sesenta días antes".

Por su parte, Abel Alexis Latendorf, representante del monobloque Piquete Socialista, explicó que votó en contra el tratamiento sobre tablas de la postergación de las elecciones "porque se trataba de una maniobra antidemocrática de reimplantación del piso electoral en la Ciudad de Buenos Aires". Afirmó que, "si bien Ibarra adelantó las elecciones tanto por el temor al crecimiento de sus opositores como a la posibilidad de tener que competir con algún ex candidato presidencial, el peronismo a su vez pretende atrasarlas ante la inexistencia de un candidato que logre aglutinar un partido en descomposición". Sostuvo que "ninguna de estas posiciones toma en cuenta los deseos ni las necesidades del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires".

Para el diputado Pablo Caulier -que apoya a Patricia Bullrich- lo antidemocrático sería que las elecciones se realizaran el 8 de junio porque quedarían "tapadas por la discusión nacional" y dejarían "afuera a los porteños del debate acerca de la ciudad que queremos". "Esta fecha -añadió- es una trampa que le sirve a Ibarra, que puede hacer campaña con actos protocolares, y por otro lado a Macri, que va primero en las encuestas. Si se vota el 8 de junio, no habrá discusión y, por lo tanto, menos posibilidades de que se modifique la intención de voto", sostuvo.

Los legisladores de Izquierda Unida Patricio Echegaray y Vilma Ripoll -esta última también candidata a jefe de Gobierno- denunciaron que "los que defienden el 8 de junio, como Ibarra y Macri, y los que proponen que se vote en octubre, como el PJ, la UCR y Bullrich, lo hacen por meros cálculos electoralistas. No actúan en interés de los votantes sino que su único objetivo es posicionarse mejor". Por ese motivo se abstuvieron de votar la tabla.

El proyecto para trasladar las elecciones porteñas del 8 de junio al 5 de octubre fue impulsado por los candidatos a jefe de Gobierno Patricia Bullrich (Unión por Todos), Gustavo Beliz (Nueva Dirigencia), Rafael Bielsa (GESTA) y Cristian Caram (UCR) y por los precandidatos por el adolfismo Julián Licastro y Enrique Rodríguez, ambos legisladores, al igual que Caram. Entre otras cosas se basaron en que la proximidad de los comicios porteños con los nacionales no permitiría una verdadera una verdadera participación ni tampoco una discusión profunda de las propuestas, que aún no se eliminaron las listas sábana y que la Ciudad no elegirá a las Juntas Comunales, tal como lo establece la Constitución porteña.

Los cinco anunciaron la iniciativa el pasado miércoles, en una conferencia de prensa realizada en el Cabildo. En esa oportunidad, difundieron un documento en el que llamaban a que Buenos Aires no se convirtiera en… Catamarca.

Al día siguiente, Alejandro Amor, Pablo Challú y Julio Piumato -también precandidatos a jefe de Gobierno por del Movimiento Nacional y Popular- firmaron, junto a Rodríguez, otro documento mediante el cual apoyaron la postergación de los comicios porteños y denunciaron "la maniobra en fraude de los vecinos de la Ciudad urdida e instrumentada por el Gobierno de Aníbal Ibarra y el de (Eduardo) Duhalde en el orden nacional".

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