Luego de las repercusiones políticas y judiciales que el juez de la Corte Suprema Raúl Eugenio Zaffaroni recibiera tras una denuncia de que posee departamentos donde se practica la prostitución, el magistrado salió a defenderse.
"Han hecho correr la versión de que he renunciado. No tengo nada que ocultar. Si los diputados quieren preguntar algo, con todo gusto responderé todas las preguntas", dijo esta tarde por Radio Nacional. "En el hecho en sí no tengo nada que ver. La denuncia no es seria; quieren provocar mi renuncia", agregó.
Sobre la acusación de Ricardo Alfonsín, que pidió la renuncia del juez, aclaró: "Tengo un gran respeto por Ricardo, fui amigo de su padre, pero están en medio de la campaña los dichos."
"No me hace gracia que en los departamentos se ejerza la prostitución, por una cuestión de ética. Pero nadie me notificó a mí de ningún problema en los edificios", se defendió Zaffaroni de la denuncia realizada por la ONG La Alameda, que hizo una presentación en la Procuración General de la Nación.
Zaffaroni es propietario de varios inmuebles donde se ejerce la prostitución: se trata de los departamentos situados en Vicente López 2217, Marcelo T. de Alvear 1906, y un tercero denunciado periodísticamente, en el que "trabajan, por turnos, dos o tres chicas que cobran 120 pesos la hora por sus servicios.
A lo largo de la semana pasada, Zaffaroni admitió ser titular de 15 inmuebles en la ciudad de Buenos Aires, que nunca ocultó en su declaración jurada. Pero sostuvo que los alquila, a través de una inmobiliaria, y no conoce a los inquilinos ni ejerce control de las actividades que se realizan en ninguno de ellos.