?Soy la razón de la derrota, fui rechazada por el 97 por ciento del electorado y tengo un papel irrelevante en la sociedad, después de 18 años.? Con esas palabras, y con la crudeza que la caracteriza, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, aceptó la dura derrota a la que la llevaron las urnas en las elecciones primarias del 14 de agosto.
Es que su partido obtuvo tan sólo el 3,2 por ciento de los votos, dejando de manifiesto que el apoyo que la sociedad le brindó en 2007 ?cuando Lilita salió segunda con más de 20 puntos? hoy ya no lo tiene. Así como la realidad, la reflexión de Carrió continuó dura. Además de expresar que perdió el poder que le dan los votos a un político, expresó: ?Es hora de que acompañe desde otro lugar?, sembrando un manto de dudas sobre el futuro del partido que ella misma creó.
Si bien resaltó que seguirá haciendo campaña para que ingrese la mayor cantidad de diputados de su espacio en la elección del 23 de octubre, resulta inevitable preguntarse si continuará liderando el partido o si dejará que otro dirigente lo haga en su lugar.
?El futuro sigue en manos de Carrió. Hay que esperar a octubre para ver qué pasa: si esto implosiona o si se mantiene?, relató un lilito consultado por NU. Otros, más moderados, sostuvieron que la decisión no está totalmente en manos de la diputada nacional, y esperan la reunión que tendrá la asamblea nacional partidaria en septiembre.
Mientras tanto, la CC busca salir rápido de la dura derrota y meterse de lleno en la campaña de cara a octubre. El objetivo es colocar la mayor cantidad posible de diputados en el Congreso de la Nación. Para ello, la figura de Carrió quedará en segundo plano y se priorizará dar a conocer a los candidatos legislativos, mientras que la imagen que intentarán mostrar a los votantes es la de un equipo que está preparado y que podrá hacerle fuerza al poder que se supone tendrá el kirchnerismo en el Parlamento. ?Tenemos los mejores candidatos y el mejor equipo para equilibrar el peso en el Congreso?, comentó el legislador electo Maximiliano Ferraro, jefe de la campaña nacional.
En la Ciudad, las riendas de la propaganda partidaria las lleva Unión por Todos, el partido de Patricia Bullrich. El equipo de la primera candidata en la lista de diputados de la CC ya definió el eslogan: ?Buenos para el Congreso?, y lanzó los spots con los que intentarán ganarse el apoyo del electorado porteño. Bullrich obtuvo en la elección primaria más votos que Carrió en la Ciudad, lo que mantuvo las esperanzas de que ingrese al Parlamento y logre su reelección. Sin embargo, la ex funcionaria nacional no se conforma sólo con eso y manifestó que trabajarán para colocar otro diputado más. En este caso, sería Fernando Iglesias, segundo de la lista.
Los malos resultados en la elección primaria también trajeron aparejados los pases de factura, reflotando las diferencias ideológicas entre las fuerzas que integran la CC. Desde el ARI existe descontento porque no pudieron colocar a Fernanda Reyes como candidata a diputada nacional, mientras que desde Unión por Todos se lamentan de que Lilita no haya escuchado algunos consejos de Patricia Bullrich para sumar más votos. Así las cosas, queda abierto el interrogante de si el partido se podrá mantener unido si Carrió da un paso al costado, o si la chaqueña reflotará su liderazgo. La personalidad de Lilita no permite afirmar ninguna de las dos por el momento. Después del 23 de octubre habrá mensajes más claros. Y después del 10 de diciembre, en la Legislatura, parece que también.
El Pino caído
Los resultados de las elecciones legislativas de 2009 parecían indicar luz verde para que Pino Solanas diera un sólido salto político, construyera un bloque lo suficientemente fuerte y se lanzara a la carrera presidencial 2011. Pero nada de eso ocurrió. La sucesión de pasos en falso, que se coronó con el menos del uno por ciento obtenido en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias del domingo pasado, desplazó de escena al movimiento, abriendo un gran signo de pregunta sobre cómo continuará funcionando el espacio.
Después del silencio, como si se tratara de un jugador de fútbol que tras una derrota opta por ?no hacer declaraciones?, Pino reapareció el martes, cuando habló por radio y demostró la contundencia de su malestar: ?No tragamos un sapo, tragamos un rinoceronte?. Al contrario de lo expresado por Elisa Carrió, el diputado casi no hizo un mea culpa y repartió críticas contra sus ex aliados. ?Hermes Binner y Margarita Stolbizer se cortaron solos. Me pegaron en el hígado?, dijo. A ellos, por cierto, culpó de ?haber roto la alianza entre Proyecto Sur y el Frente Progresista?.
Para el cineasta y su gente, las elecciones del 10 de julio representaron un camino sin retorno. El panorama en suelo porteño hasta aquel entonces todavía era alentador: la vicepresidencia segunda de la Legislatura, sumada a la cantidad de diputados porteños propios, supo abrir paso e inclinar la balanza en más de una decisión en el recinto. Pese a ello, los números de las encuestas ya lo situaban en un tercer puesto, y aunque aún persistía la ilusión de dar un batacazo y llegar a una segunda vuelta con el jefe de Gobierno y líder del PRO, Mauricio Macri, nada resultó como lo esperado. Sin tiempo siquiera para pensar una estrategia de cara a las elecciones nacionales, era hora de designar a quienes encabezarían la fórmula presidencial. Del seno del partido emergió la dupla Alcira Argumedo-Jorge Cardelli, que desde un primer momento estaba condenada al fracaso. Mientras los principales candidatos invertían importantes sumas de dinero en campañas publicitarias, Proyecto Sur ?a partir, sobre todo, de una intervención radial y televisiva? invitaba al electorado a sumarse al carro de ignotos candidatos, que parecían emular a los personajes de ?Thriller?, una de los primeros hits de Michael Jackson.
Atrás había quedado la ilusión de crear un espacio junto al gobernador de Santa Fe, que postulara una fórmula en Capital Federal y otra en Nación, y que sirviera para fortalecer al partido con los aportes de ambos conductores, Solanas y Binner. Muy por el contrario, con objetivos y declaraciones cruzadas que marcaron las diferencias entre ambos dirigentes, el acuerdo llegó a su fin cuando ?comunicado por medio? cada uno informó que iría por su cuenta. Previo al quiebre ?y a espaldas de Solanas? Víctor de Gennaro, Claudio Lozano y Humberto Tumini habían iniciado conversaciones con Binner y los socialistas santafesinos y con el GEN de Margarita Stolbizer, lo que les permitió finalmente armarse como una fuerza de la que todos resultaron beneficiados: un tercer puesto en la Ciudad, detrás de Cristina Fernández de Kirchner y Eduardo Duhalde, con buenos augurios para octubre.
Pese a todo y a todos, Solanas no da el brazo a torcer. Aseguró que ?de ninguna manera? se baja de la política y anticipó que peleará por la presidencia en 2015. Descartada su participación en octubre, ¿qué más queda que pensar en lo que vendrá?
El panorama legislativo
El traspaso del titular del Bloque Peronista, Diego Kravetz, al bloque Encuentro Progresista, de Raúl Fernández, trae cambios en el esquema de la Legislatura. La necesidad de construir un espacio de coordinación con el bloque Encuentro Popular para la Victoria, que fortalezca a aquellos que se relacionan con la Casa Rosada, puede desfavorecer el panorama de Proyecto Sur, porque el principal escollo quizá esté en el reparto de comisiones y sus presidencias.