En el aniversario número 30 de la Fundación del Quemado Fortunato Benaim, el legislador Martín Borrelli rendirá un homenaje a partir de las 18. En un acto que se realizará en el Salón San Martín de la Legislatura, entregara una plaqueta y un diploma a representantes de la entidad.
La institución viene realizando una incansable labor en favor de la comunidad y contribuyó con aportes científicos para al avance de los tratamientos de pacientes quemados.
El doctor Fortunato Benaim, dos años después de recibirse de médico tuvo que auxiliar, por pedido de su superior en el Hospital Argerich, a una familia entera con graves quemaduras en sus rostros, afectadas por un incendio en La Boca. Desde ese momento y por 28 años trabajó 28 años en el Instituto del Quemado.
En 1981 manifestó su intención de crear una institución para asistir a las victimas de quemaduras, estimular la investigación e intensificar la docencia y profundizar la prevención mediante programas de difusión comunitaria.
Fue así que en 1982 se realizó la presentación pública de la Fundación y en diciembre de 1984 se inauguraría su sede ubicada en la calle Alberti 1093. Desde allí la labor es constante, se concreta la incorporación de la Cátedra de "Quemaduras y Cirugía Reparadora de sus Secuelas", en la Carrera de Post-grado de Especialista en Cirugía Plástica, dependiente de la Universidad del Salvador, se comenzó a publicar la "Revista Argentina de Quemaduras", que permitió la difusión de trabajos científicos de autores argentinos y latinoamericanos vinculados con el tema.
Además en 1989 se creó el Primer Banco de Piel del país, donde se procesa y almacena piel de donantes cadavéricos que han dado su consentimiento. A su vez, en 1992, se instaló el primer laboratorio para cultivo de piel, que con su prestigioso equipo de médicos realizó el primer cultivo de células de la capa superficial de la piel de los propios pacientes afectados (semejante a un autotransplante de piel).
A esta opción terapéutica se sumó otra: en 1999, usando por primera vez la piel artificial. En el año 1997 la Fundación instala mediante un convenio con el Hospital Alemán el Centro de Excelencia para Asistencia de Quemaduras (CEPAQ), se logra así el ansiado proyecto de disponer de un Centro Asistencial Modelo para la especialidad.
Hoy, treinta años después, los objetivos de la Fundación, de todos los profesionales y colaboradores que la apuntalan y del propio Benaim, siguen siendo los mismos: mejorar la asistencia, contribuir a la enseñanza, propulsar la investigación e incrementar la prevención en quemaduras.