El vicepresidente primero de la Legislatura de la Ciudad, Diego Santilli, fijó nuevos precios que oscilan entre los 40 y los 15 mil pesos. Desde el Pro aseguran que el objetivo es desalentar su utilización, pero la oposición lo interpreta como una "privatización".
Santilli dispuso un nuevo reglamento para el uso de los salones de la Legislatura en el que establece que por alquilar el Salón Dorado ?el más imponente de todos? se pagará una "contraprestación" de 40 mil pesos; por el San Martín, el precio será de 30 mil pesos; por los salones Montevideo y Jauretche, 25 mil y por el Juan Domingo Perón, 15 mil pesos por día. Se podrá fijar un valor especial si se alquilan varios salones a la vez.
Según informó Página/12, la resolución fija un orden de prioridades que va del velatorio de un diputado ?por el que no se cobrará? a las solicitudes de terceros y establece que se permitirá el uso para "actividades culturales, de divulgación científica, incluyendo proyecciones o exposiciones". En cambio, señala que están prohibido su alquiler "cuando el fin sea comercial o de índole político-partidaria".
En ese sentido, Santilli aclaró que lo único que se hizo fue "una simple actualización de los valores, dado que la posibilidad de alquilar salones rige desde hace diez años". E indicó: "Están prohibidos eventos sociales. Pero, ¿qué pasa si vienen a grabar una película? No lo puedo dar gratis. Tengo que tener una tarifa actualizada", explicó Santilli. "Lo que hicimos es generar un valor actual para esto. No puede seguir saliendo veinte pesos el Salón Dorado", dijo.
Los opositores, en cambio, rechazaron la medida. "Todo Buenos Aires es un gran set de filmación. El macrismo tiene el objetivo de cobrar por el uso del espacio público. Así que toda Buenos Aires está siendo gerenciada con este criterio: todo ocurre de modo controlado y lucrativo", interpretó la diputada de la Coalición Cívica, Diana Maffía. "El problema es quién controla, qué utilidades genera, qué prioridades habrá en la asignación, quién lucra y como se distribuye ese lucro", sostuvo.
"Me parece una locura cobrar. La Legislatura tiene que ser un espacio abierto a la ciudadanía. No me parece que la Legislatura deba lucrar con sus salones", sostuvo la legisladora socialista Verónica Gómez. "La Legislatura no es la empresa privada del macrismo. Aunque diga que no es para fines comerciales, se presta a cualquier tipo de maniobra. Me resulta espantoso y le vamos a pedir explicaciones al bloque oficialista y que lo rectifique", arremetió la diputada de Nueva Izquierda, Patricia Walsh.



