El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el vicejefe a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social, Jorge Telerman, anunciaron este martes la puesta en marcha de un programa de atención integral para niños, niñas y adolescentes que se encuentren en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires. Según afirmaron, entre 2.500 y 4.000 chicos serán beneficiados por este plan, que tendrá un costo anual de 5.621.202 pesos.
El programa intentará cubrir las demandas de atención primaria en salud a través de un acuerdo con la Dirección Adjunta de Atención Primaria de la Salud; garantizar el derecho a la identidad de todos los chicos a través de la gestión de los DNI u otros documentos que sean necesarios, y facilitar la revinculación familiar y/o comunitaria con el trabajo profesional de un trabajador social y un psicólogo destinados a este fin.
"El objetivo del programa es la reinserción familiar de estos chicos con una atención personalizada. Porque entendemos que lo peor que puede ocurrir es ver a estos chicos como un número. Nosotros partimos de la convicción de que cada chico es un ser con derechos, que tiene un mundo que lo rodea desde lo familiar y lo social", remarcó Ibarra durante el anuncio.
A su vez, Telerman señaló que "se trata de un programa que trabaja integralmente esta problemática que, efectivamente, no es una, sino cuatro mil problemáticas. Entonces, cada niño en la calle representa un desafío. Tenemos que desandar ese camino de expulsión que han sufrido los chicos en situación de calle y reinsertarlos. Ése es nuestro objetivo central: reincluirlos a su núcleo familiar y al sistema educativo", apuntó.
El plan fue encarado por la Secretaría de Desarrollo Social, la Subsecretaría de Promoción e Integración Social, la Dirección General de Niñez y Adolescencia, y la Dirección General Adjunta de Atención Primaria de la Salud. Los beneficiarios indirectos incluyen a las familias de los chicos y a sus comunidades de origen.
La mayoría de los chicos tienen un punto de referencia territorial con la Provincia de Buenos Aires. Por ese motivo, Ibarra señaló que este programa está articulado con el Secretaría de Desarrollo Social bonaerense, con la que el Gobierno porteño ya firmó convenios.
"El esfuerzo central es tomar a Buenos Aires, dividirla en zonas y trabajar con operadores en zonas de la Ciudad donde tenemos mayor presencia de niñez en la calle. Habrá un rol activo del Estado: se irán acercando a los chicos e irán creando relaciones de confianza y de conocimiento", explicó Ibarra.
Las zonas de alta vulnerabilidad actualmente son: Constitución y San Telmo; Microcentro y Retiro; Pompeya; Belgrano y Núñez; Caballito y Flores. En el Gobierno porteño informaron que se comenzará con una prueba piloto en las zonas 1, 2 y 4.
Cinco equipos zonales profesionales trabajarán en las zonas de mayor concentración de niños en situación de calle, para contenerlos y guiarlos hacia una salida de la situación en la que se encuentran. Cada equipo contará con dos profesionales (un trabajador social y una psicóloga) para la búsqueda de alternativas en el entorno familiar o comunitario de cada chico. Para llevar adelante el trabajo, los operadores contarán con seis móviles, entre ellos un colectivo.
Por otra parte, para el abordaje de la población de niños que se encuentren afuera de las zonas elegidas, se pondrá en funcionamiento un equipo central, que funcionará las 24 horas y los siete días de la semana. El equipo atenderá las urgencias y demandas en los restantes puntos de esta ciudad, durante el día, las noches y los fines de semana.
También funcionarán los Paradores o Casas Abiertas, que son lugares de descanso y atención integral para personas en situación de calle. Al respecto, el Gobierno porteño informó que permanece abierta la convocatoria a organizaciones de la sociedad civil que quieran participar en este programa y se pondrá en funcionamiento un parador del Gobierno de la Ciudad, además de los ya existentes.
Otra herramienta del programa es la atención en Hogares de Tránsito, que consiste en ofrecer una atención integral a los chicos de la calle para que, en el marco de una convivencia transitoria, se puedan encontrar alternativas permanentes a la situación de calle, ya sea a partir de su restitución a sus familias o mediante su incorporación a Hogares Permanentes. Esta última alternativa está pensada para aquellos niños, niñas y adolescentes que, por diferentes motivos, no pueden regresar a su ámbito familiar y/o comunitario.