Acto 1: 10.00 am del jueves 26 de octubre, está citado el Tribunal Superior de Justicia en la Legislatura porteña. En el Salón Montevideo, lugar de la cita sólo se divisa al personal de la cocina, y al director General del TSJ, Alberto Giménez y otros funcionarios. Y sólo el ruido de los platos y tazas los acompañan.
El Salón está correctamente preparado para 100 personas sentadas y una mesa larga con al menos 25 sillas a su alrededor para que se siente los invitados y los legisladores.
Acto 2: 10.30 am. Mismo lugar. Siguen presentes los miembros del TSJ y el personal de la Casa. Pero se le sumaro, el diputado Carlos Lo Guzzo y sus asesores (al menos 2) y otros 15 asesores más… Se espera a los otros diputados.
Acto 3: 10.50 am, llega Juan Manuel Olmos, presidente de la Comisión de Presupuesto legislativa. Ingresan al Salón los miembros del TSJ, se sienta Lo Guzzo, se le agrega Alejandro Rabinovich (el diputado del ringtone "Gloria") y 5 minutos más tarde se agrega Álvaro González.
Acto 4: 10.55 am, 23 asesores, 1 periodista, 3 taquígrafos, 7 personas en la mesa, 4 sentados detrás comienzan a escuchar el relato del Director General del TSJ, en un Salón en el que no hacen falta micrófonos, sobran las medialunas, y se respira la modorra, ya que el 80% de los asistentes tenemos un ojo ahí y otro en la almohada.
Acto 5: Giménez explica que de los casi 12.500.000 pesos pedidos para el 2007, "el 87% corresponden a remuneraciones". "Se tiene previsto incrementar la planta del
personal de 117 personas a 130 aproximadamente. En general siempre manejamos el mismo personal". sólo le tomó 15 minutos expresar los principales gastos de su área.
Acto 6: Olmos toma la palabra, rescata la "administración ejemplar, muy clara y muy fácil de comprender". Excusa al responsable superior del TSJ diciendo que "está en un Congreso Internacional". Mira a los legisladores, los nombra para la versión taquigráfica y les cede la palabra. Ninguno pregunta nada y listo. 11.20 estábamos todos fuera del Salón.
Fin de la obra, estado legislativo somnoliento.
Ahora le toca a la Sindicatura.