La cita era a las 14, en el Planetario, pero el día estaba lluvioso y húmedo, y los militantes del free porro carecían de auspicios prestigiosos, salvo los de la revista THC y alguna más. Los perros de la policía rondaban la zona, como ya es costumbre.
Los manifestantes se enteraron pocas horas antes de la reunión (la "ceremonia"), por diversos foros, en websites o por el boca a boca.
Serían unos ochenta, alguno prendió un fao, temeroso de que algún uniformado sacara una papeleta o directamente un revólver y le tirara a matar, pero no pasó: la molicie pareció haber caído también sobre la cana, hasta que llegó la joya de la corona: Guillermo Cherasny, candidato a jefe de Gobierno porteño por Consenso Popular, con desconocida intención de voto.
Cherasny, acaso buscando votos, no le hizo caso al porro que le pasaron y que a pedido del animador Martín Ciccioli, fumó y convidó. Después, llegaron las declaraciones.
El candidato dijo que la despenalización del consumo para uso personal "es un tema nacional. La Cámara Federal liberó a una mujer que tenía 80 gramos para consumir con fines terapéuticos. Nosotros creemos que es una realidad para los que fuman que se despenalice. Creo que dentro de poco habrá otro fallo", dijo, y se fue, silbando bajito.