Vecinos al ataque

Vecinos al ataque

Parece ser que los vecinos del barrio de Caballito marcaron tendencia; fueron los primeros en demostrar su descontento contra la construcción de edificios altos en su barrio y, ahora, ya no son lo únicos. Se le suman los habitantes de Barracas, Palermo, Parque Avellaneda, entre otros, y todos muestran tener un punto en común: No quieren que se modifique demasiado el barrio que habitan.


Con el auge de la construcción, los barrios porteños sufren a diario el deterioro y la perdida de edificios que son patrimonio de la Ciudad. Sin embargo, los vecinos, y cada vez más, demuestran su descontento ante este fenómeno. Los habitantes del barrio porteño de Caballito fueron los primeros en demostrar su descontento contra los cambios en el paisaje urbano de su barrio.

La Proto Comuna de Caballito, en su momento, logró que la Legislatura porteña aprobara una ley que regula la construcción y, hace poco, cuando el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, permitió la construcción de edificios de alturas mayores a los 12 metros, que era lo que estipulaba la ley, en las cercanías al hospital Durand, la organización barrial formada por vecinos, salió a las calles a protestar en contra de esta medida. Finalmente, el Gobierno porteño volvió atrás con la iniciativa.

Sin embargo, ahora, los vecinos de Caballito no son los únicos. "Proteger Barracas" es una organización barrial que también lucha a favor de la preservación de construcciones típicas del barrio de Barracas. Según comentaron en un comunicado a la prensa, los ciudadanos están impulsando "edificios en altura únicamente sobre las avenidas, alturas máximas de entre 6 y 10 metros en las cuadras de casas, protección en particular a edificios y conjuntos de valor, y el estimulo al reciclaje y puesta en valor antes que a la demolición".

La organización de vecinos del barrio de Barracas, que fomenta sus ideas desde un blog en Internet, comentó también que en la Ciudad se están demoliendo "casas históricas que podrían recuperarse", además agregaron que con las construcción de los edificios de gran altura se pierde "privacidad", se "oculta el sol en patios y terrazas", y además expresaron que se "coloca en riesgo de colapso las redes de infraestructura", entre otras cosas.

Los vecinos del Parque Avellaneda parecen no querer quedarse afuera de esta tendencia. A fines de julio salieron a la esquina de la Avenida Olivera y Avenida Directorio para manifestarse en contra de la construcción de un Centro de Salud Mental en el Barrio Alvear prevista por el Gobierno de Macri en el marco de su nueva política de Salud Mental. Finalmente, la licitación quedó sin vigencia luego del dictamen del Juez Zuleta.

Otro barrio porteño que tiene vecinos organizados en contra de la construcción de grandes torres, es Palermo. La organización barrial "Palermo Despierta", también expresa su descontento a través de un blog en Internet. En el mismo, dicen que siguen su lucha "porque no quieren más torres, porque están destruyendo el barrio y su identidad, y porque están cansados de tanto atropello".

El Gobierno de Mauricio Macri, desde su asunción, tiene prevista la iniciación de muchas obras públicas, y a las vez, fomenta la industria de la construcción en la Ciudad. Por lo contrario, los vecinos de los barrios porteños, cada vez más, expresan su descontento ante los cambios en la Ciudad. Habrá que ver como el PRO logra mantener el consenso de los ciudadanos sin dejar de realizar sus proyectos.

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