Joaquín Sabina escribió ?el amor cuando no muere mata/ porque amores que matan nunca mueren?. En este verso, se condensa el espíritu de Pasionaria, el excelente unipersonal creado por Lucia Möller. Desde el mismo inicio, Möller logra algo destacable que muy pocos logran: presentar una situación determinada, muy conocida por todos pero con la sutileza de dotarla de identidad propia sin caer en caricaturizaciones absurdas. Un ambiente de un departamento alberga a una joven que habla por teléfono con el novio que la acaba de dejar. Allí, todo está ubicado en su lugar, con una razón de ser que se obtiene a partir de un texto que no deja ningún tipo de fisuras. La escenografía es exacta para un lugar pequeño, sobrecargada pero sin que asfixie, por el contrario, cada objeto adquiere su sentido. Desde los osos de peluche, que cobran una dimensión icónica propia, hasta el helado que se deglute en la parte final. El texto logra transmitir el dramatismo y el dolor del amor trunco, que carece de razones y justificaciones que expliquen su propio fin, así como el deseo de entenderlo. Aquí, el lugar común del amor-desamor-dolor se resignifica a partir de la pluma de Möller en neta consonancia de la visceral actuación de Flor Dyszel, quien maneja con maestría todos los matices que requiere un personaje difícil que, en manos inexpertas, podría caer en una parodia de mal gusto. Desde el menor gesto hasta el maquillaje corrido y el grito salvaje del dolor del corazón desgarrado, Dyszel pone sobre tablas una actuación memorable, para una situación común a todos los mortales: sufrir por amor. La tentación de analizar el porqué de los gritos y llantos de la protagonista quedan al margen desde el momento en que uno también ha sido dejado y ha llorado por esa situación que ?nunca? va a tener explicación. En esa complicidad, que no cae en la lástima sino en el humor y la ternura, es donde la puesta tendrá su gran riqueza. Ese dolor que alimenta un amor que no será tal pero que crea un círculo vicioso del cual la joven ?ni nadie? podrá salir. Pasionaria muestra con calidad ese universo de dolor y patetismo al cual uno cree que nunca va a llegar pero que ve muy común a otro en el cual ha caído por un amor no correspondido.
19 February, 2012 | 0:00