La tensión va en aumento. El conflicto salarial desatado en el Hospital Garrahan, parece estar lejos de solucionarse. Y los hechos lo demuestran una vez más. Por un lado, el lunes 29, el personal no médico del nosocomio realizó una asamblea en donde se decidió una nueva huelga de 48 horas para el jueves y el viernes. Ante ese anuncio, las autoridades del hospital, manifestaron, este martes 30, que se les descontarán a los empleados que participen de la protesta, los dos días que no cumplan con sus funciones laborales.
A ese panorama, se sumaron los dichos del titular nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Pablo Micheli, quien criticó el paro convocado por los miembros de ATE que llevan a adelante el conflicto y que son liderados por Gustavo Lerer, un hombre perteneciente a ATE. "Fue la peor jugada que pudo haber hecho en favor de solucionar el conflicto", sintetizó Micheli al ser consultado sobre la medida de fuerza.
Por otra parte, las autoridades del Garrahan esperan el fallo judicial, acerca de la apelación que presentaron para que se envíen los 140 telegramas de intimidación a los empleados en huelga para que vuelvan a sus puestos de trabajo. En un primer momento el envío de esas cartas fue frenado por decisión de una jueza laboral.
Si la Justicia le da la razón a los directores del Garrahan, se podrían producir despidos de algunos de los huelguistas, algo que la conducción nacional de ATE consideró inaceptable y además, amenazó con medidas de protesta si ese hecho se lleva a cabo.
El personal médico del hospital comenzó a realizar huelgas a comienzos de abril, exigiendo un salario mínimo de 1.800 pesos.