El tango se baila en la Ciudad (y en el exterior)

El tango se baila en la Ciudad (y en el exterior)

En los costados menos vistos de una Ciudad que desde hace 9 meses debate la seguridad de sus teatros y locales bailables, se escucha la música que más representa al porteño. Milongas, orquestas jóvenes y turistas. Ya lo afirmó el maestro Raúl Garello: "El tango esta volviendo a las manos que lo crearon: los jóvenes". Los jóvenes, y los turistas, que consumen un producto “marca país” y “marca Ciudad de Buenos Aires”, y lo hacen suyo. Entre otros, japoneses, rusos, colombianos, uruguayos, chilenos, españoles e italianos participaron del III Mundial de Tango que finalizó el pasado domingo


Desde hace ya algún tiempo, el tango cruzó las fronteras de la Ciudad para ser escuchado en el interior y en países latinoamericanos y europeos. Culturas tas disímiles como las argentinas, japonesas o rusas, se unen en la pasión por el ritmo del 2 x 4 y en la figura de un ícono: Carlos Gardel. Un fenómeno del cual son protagonistas los más jóvenes. El “zorzal”, las orquestas, los cantantes y los zapatos de taco alto representados por bailarines y músicos ayornados a los tiempos que corren, rastas y peircing incluidos.

Las ciudades de Montevideo, San Petersburgo, Roma, Medellín, Tokio y Buenos Aires tienen en común el fanatismo por el tango, una música que mueve alrededor del mundo unos 3.000 millones de dólares, según cifras del 2002 aportadas por el ex ministro chileno Fernando Flores. Sin embargo, de ese total solo el 1% (30 millones) corresponde a la Argentina. Desde el extranjero y en el interior del país, se están adueñando de la música que más representa al porteño.

Este resurgimiento nace desde la espontaneidad de los mismos improvisados o expertos bailarines y desde una política de gobierno, que reconoce a todo lo relacionado al tango como de importancia cultural y turística. Por ejemplo, durante las ocho semanas que duró el II Mundial de Baile de Tango en 2004, el sector hotelero, los artículos tradicionales, souvenirs, y el sector de los discos, libros y videos se vieron beneficiados con la presencia de los turistas extranjeros y del interior del país, con un gasto de 239 pesos diarios para los primeros y 120 pesos para los segundos.

Por ello, la realización de este tipo de campeonatos y la decisión por parte del secretario de Cultura de la Ciudad porteña, Gustavo López, de convertir a la Ciudad como la "capital mundial del tango". El boom de las milongas y las orquestas juveniles la ratificó el maestro y arreglista Raúl Garello, quien afirmó a NOTICIAS URBANAS: "El tango vuelve a estar en manos de sus creadores: los jóvenes".

"Cuando Pichuco (Aníbal Troilo) formó su orquesta en el año 1937/38, tanto él como sus compañeros tenían 24 años, y eso se puede apreciar en las fotos de los clásicos de los años 40. Lo señalo porque se ha creado un estereotipo de que el tango es para personas mayores y no es así", admitió uno de los referentes del tango a nivel nacional.

LOS PROTAGONISTAS

Más allá de los representantes que dejaron bien parada a la Ciudad en las competencias de Tango Escenario y Tango Salón, que se posicionaron entre las seis mejores parejas del mundo, bailarines del interior y de 4 continentes llegaron a Capital Federal para demostrar como ejecutan el baile desde las más diversas culturas, en el marco del III Mundial de Baile de Tango que se desarrolló hasta el pasado domingo en el predio de La Rural.

Los Rusos Julia Zueva y Alexei Barbolin, profesor de artes marciales, quedaron fascinados con el tango cuando el espectáculo "Tango Pasión", durante los años 90, estuvo de gira por San Petersburgo; Por otro lado, para los españoles Elena Alzuri Milanés y David Gouillard la cuestión ya es una tradición familiar. Desde los hermanos uruguayos hasta la fortaleza física de los europeos y la seguridad y ductilidad de los japoneses, los más fascinados con esta música. Un detalle: Ryo y Chie Ikemoto (de Hyogo, Japón), ocuparon el segundo puesto en la categoría Tango Escenario.

Desde Medellín y Cali, ocho parejas encabezaron la avanzada colombiana, encabezados por Oscar Eduardo Beltrán (estudiante de diseño gráfico) y Victoria Eugenia Laverde (Ingeniera en Sistemas). Por otro lado, Adelaida Mejías y Cesar Meneses, quienes visitaron por primera vez el país y llegaron hasta las semifinales de las competencias Tango Salón y Tango Escenario afirmaron que "La Ciudad es sencillamente mágica". En la puerta de la carpa donde todos los bailarines se preparan y esperan su turno, antes de finalizar la competencia, dialogaron con NOTICIAS URBANAS.

Para Cesar es la primera vez en argentina, pero Adelaida ya visitó la Ciudad de Buenos Aires, a la que considera la "meca del tango", pero es la primera vez que bailan como pareja en el Mundial que se desarrolló en La Rural. "El tango explotó en Colombia debido a la muerte de Gardel, nuestros abuelos y padres lo han escuchado, y nosotros seguimos con la tradición familiar", aseguraron.

Atrás de todo dato estadístico una vez concluida la competencia que reunió, durante la semana del 12 al 21 de agosto, a más de mil bailarines que representaron a 176 ciudades de 29 países diferentes, se encuentra las dificultades individuales, sobre todo para los participantes extranjeros o del interior. "Los pasajes fueron financiados por nosotros mismos y se complica. De Colombia vinimos ocho parejas y solo dos tuvieron pasajes y estadía paga por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, los campeones de Salón y Escenario (del precampeonato) de la ciudad de Medellín", reconoció Cesar Meneses.

De la calidez y sensualidad que emanan los bailarines colombianos a la seguridad en los representantes de la ciudad de Lanús, provincia de Buenos Aires para definir el interés de los jóvenes en el tango. "Aunque esté visto como una música para gente grande, el tango tiene algo especial, que logra que una vez que empezas a bailar, no importa a edad, te enganchas y seguís y seguís. Así me pasó a mí desde chico, desde los 11 años", señaló Pablo Vélez, hermano de su pareja de baile, Vanesa.

Al respecto, la hermana mayor aseguró: "Si bailas para disfrutar y solo ir a las milongas, no se hace tan complicado aprender, pero si queres bailar de manera profesional ahí se hace más difícil porque se necesita más practica y ensayo. Son pasos más complicado, con saltos, y no hay muchos lugares para aprender de manera profesional".

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