Por más que intenten colocar paños y parches, la ausencia de política sanitaria del Gobierno nacional y de la Ciudad provocaron una explosión de contagiados y ahora parecen jugar a la mancha venenosa. Y ni que hablar de lo ocurrido en el mismo epicentro de toma de decisiones del macrismo: dos ministros infectados y un jefe de Gobierno que en el medio del alerta decidió convocar a una reunión ampliada para anunciar medidas contra la pandemia. Y sacarse la foto de rigor.
El Abasto no es el Abasto, Palermo ya no es lo que era y Florida perdió su no sé qué peatonal. No hubo días feriados. Tampoco estamos a fin de mes. Como una fotografía, estática y sugerente, hace días que Buenos Aires observa su fisonomía paralizada. La gripe nos afectó a todos. De allí, la caída de un 80 por ciento en la venta anticipada de entradas para espectáculos teatrales que llevó a la cámara del sector a suspender las funciones del circuito no oficial por 10 días. Y que el estreno de La era del hielo 3, de 20th Century Fox, tuviera un 40 por ciento menos que el público esperado. Justo en vacaciones de invierno, cuando el consumo cultural infantil revienta. De allí también, claro, que hasta las empresas de medicina prepaga lamenten demoras en el envío de médicos a domicilio, ¡de 16 a 18 horas! Paranoia o precaución, lo cierto es que al tiempo que el nuevo ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, dice y se desdice sobre la friolera de 100 mil casos sospechados de gripe A, desliza que los muertos por esa enfermedad serían alrededor de 60 y afirma que su área asegurará 500 mil tratamientos para todo julio, un mes en el que ?el 90 por ciento del virus que circula es el H1N1?, los datos de la cartera porteña a cargo de Jorge Lemus también cambian, incluso en un mismo día, como una desafortunada simbiosis con la dinámica de la hasta hace poco ignota enfermedad. ?Tenemos siete fallecidos por gripe A H1N1, dos probables y 15 en estudio?, informó el funcionario el lunes, siguiendo el comunicado del departamento de Epidemiología de la Ciudad. No es posible, según parece, esperar los tiempos del Instituto Malbrán.
Fuera del devaluado sistema de salud pública, en la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (Funcei), dirigida por Daniel Stamboulian, pope de las vacunas antigripales, sus empleados cuentan: ?Mucha gente ve la tele y viene corriendo para acá?. Sin embargo, lejos del delirio mediático, también indican que ?varias de esas personas están realmente enfermas de gripe A?. La consulta con un infectólogo del centro de salud de Recoleta (French 3037) cuesta unos 120 pesos y el seguimiento unos 100 por visita. A su vez, en el Sanatorio Güemes (Francisco Acuña de Figueroa 1240), pasar por la guardia y hacerse los estudios correspondientes cuesta 80 pesos, mientras que con un turno programado el valor de acudir al consultorio desciende a 55. Del mismo modo, la oferta de salud semipública presenta sus polos si de precios se trata. Así, el Hospital Español (Av. Belgrano 2975, Balvanera) atiende por 50 pesos la consulta, más los gastos de laboratorio que oscilan entre los 20 y 30 pesos. En cambio, en el Hospital Británico (Perdriel 74, Barracas) la visita al médico clínico puede ir de 105 a 210 pesos de acuerdo con el profesional, sin contemplar los 250 pesos para hacerse los estudios completos. Eso sí: más allá de las diferencias registradas, en el arco del sistema de salud público y privado, sus trabajadores se hermanan en el grito del tedio y se asombran de que aunque no se sepa con exactitud cuáles son los beneficios potenciales de parar la Ciudad, ya hay clubes, asociaciones y comercios que están cerrando sus puertas espontáneamente.
Pero si hay alguien que por estos días también está sufriendo de estrés laboral, ese es el empleado de farmacia. Con buen tino, muchos optaron por colocar sin autorización en numerosos locales porteños esos cartelitos que irritan a más de una madre de familia: ?No hay barbijos ni alcohol en gel?. Noticias Urbanas recorrió el fin de semana varias farmacias de Buenos Aires y, pese a los llamados de atención de los especialistas acerca del uso indiscriminado del barbijo y de que el tradicional lavado de agua y jabón no debe desestimarse como medida preventiva, no encontró ninguno de los dos. Tanto las cadenas Farmacity, Farmacias del Dr. Ahorro, TKL y PyP, como las farmacias de barrio, tienen faltantes de esa mercadería desde hace días. Cuando se logra reponer, las partidas se agotan con la velocidad de un mercado de pulgas. Ahora bien, si durante un período de demanda normal un barbijo costaba un peso y un pote de alcohol en gel de medio litro rondaba los cinco pesos, cuando estos productos se consiguen pueden llegar hasta cinco y 15 pesos respectivamente. Como en la farmacia Su-Bel-Dia, de Rivadavia al 5300, en la que no se incomodan al atender al público con barbijos y guantes de látex. Ley de la oferta y la demanda, le dicen. Mientras, el oseltamivir, la droga de la H1N1, cuesta unos 150 pesos. ¡Y vaya si escasea!
Si hay derrotados es porque hay ganadores. ¿Ganadores? Sujetos a un inesperado boom, los fabricantes de barbijos no dan abasto. Fravida, la empresa de Francisco Damiano, tomó en dos días solicitudes por 200 mil unidades, cifra que antes de la pandemia sólo recibía en un mes, con mucho viento a favor. En un mercado dominado por los productos importados, Sergio Pomeraniec, dueño de Taxo?s, se debate entre la pena por la desgracia de la gripe A y la sonrisa que esboza toda vez que piensa en su pyme, que va a sumar turnos de producción. En tanto, Beatriz Goncable, gerenta de un laboratorio de alcohol en gel, explica que en 40 años de trabajo la empresa nunca había tenido tanta demanda, a un ritmo de 80 mil unidades diarias. Como si se tratara de un drugstore, señala: ?Estamos pensando en trabajar las 24 horas?. Será hasta que se vaya el tren. No obstante, conforme a la encuesta de actividad y opinión del comercio minorista de junio, realizada por la Cámara Argentina de Comercio, el 80 por ciento de los comercios de Buenos Aires disminuyó sus ventas respecto al mismo mes de 2008 y un 62,6 lo experimentó en relación a mayo de este año, situación que los empresarios encuestados atribuyen más directamente a la influenza A. En ese sentido, José Clavería, presidente de la Asociación Amigos de la Avenida Santa Fe, refiere que en las últimas semanas en la Ciudad se ha dado ?una considerable reducción del movimiento, por la sensación de pánico que la gente tiene sobre la gripe?. Además, Clavería sostiene que si bien la baja en la actividad comercial viene pronunciándose desde el año pasado, actualmente se ha intensificado, ?llegando a disminuir en un 10 por ciento?. En la UIA, por su parte, comentan que en un gran número de pymes porteñas no se está computando la inasistencia de aquellos trabajadores que presumiblemente se hayan infectado de gripe A o estén bajo tratamiento. Salvaguardado el presentismo, resta una preocupación hacia el futuro. ?Con esto de la pandemia, cayó mucho el rubro alimenticio y el textil, que hace tiempo está liquidando?, manifiestan en la sede de Avenida Belgrano 1217.
¿Cómo aguantar a los chicos un mes en casa y no morir en el intento? Si no se dispone de una empleada que los entretenga, la psicoanalista especializada en niños Zulema Pinasco aconseja a los padres que acostumbren a sus hijos a disfrutar del tiempo libre con actividades que los satisfagan, descubiertas por ellos mismos. En definitiva, se trata de que se distraigan solos. Para eso, nada mejor que pintar, dibujar o recortar ante la monotonía de la compu o la tele. Pinasco además recomienda aprovechar el tiempo, que es mucho hasta el 3 de agosto, para reforzar los vínculos parentales. Algo así se está proponiendo la familia Sandoval García, de Congreso. ?Trasladamos el estudio a casa, para lo cual internet fue fundamental. De paso, estamos más tiempo con nuestros nenes?, expresa Juan Ignacio, un joven contador. Pero aquellos que ni siquiera acarician las bondades de la clase media, no pueden acompañar a sus hijos a hacer la tarea de vacaciones porque tienen que seguir su rutina, con pandemia o sin ella. Para trabajar, entonces, tienen que viajar en transporte público. Como Margarita, quien diariamente toma colectivo y subte de Soldati a Colegiales, para cuidar hijos ajenos. ?Cuando en la calle la gente te tose en la cara, prefiero no pensar. Así no me vuelvo loca?, concluye.
Lidia Saya; ?En el norte no hay engripados?
Presidenta de la Comisión de Salud de la Legislatura porteña
?Es muy distinta la realidad de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires respecto a La Rioja, Salta y Tucumán. En el norte casi no hay engripados?, precisa Lidia Saya, recién llegada de Córdoba, donde participó del sexto encuentro del Consejo Federal Legislativo de Salud (Cofelesa). Así, la legisladora macrista destaca las sugerencias a las que se arribó en dicha reunión: que el Ministerio de Salud de la Nación sea el único responsable de organizar, administrar, coordinar y difundir las políticas comunicacionales de prevención, asistencia y tratamiento; que se unifiquen las normas, protocolos y criterios en medidas de salud, y que, por último, se declare la emergencia sanitaria nacional.
Rosa Bologna: ?La mayoría de los niños provienen de sectores vulnerables?
Jefa de Infectología del hospital Garrahan
En el hospital Garrahan se han internado aproximadamente 160 niños con sospecha o confirmación de gripe A H1N1, el 60 por ciento de los cuales presenta enfermedades de base con riesgo de complicaciones y el 20 por ciento requirió terapia intensiva. Lamentablemente, fallecieron 2 niños con el virus de influenza A H1N1, ambos con enfermedades de base. La mayoría de los chicos tratados proviene de los sectores vulnerables del Gran Buenos Aires y la Ciudad. Por otro lado, la distribución de las infecciones respiratorias es muy dinámica y durante las últimas tres semanas de junio detectamos un predominio franco del virus H1N1, aunque ahora reaparece otro tipo de infecciones pulmonares. Afortunadamente, hasta el momento hemos podido atender a todos los pacientes en forma adecuada.
Marcelo Blumenfeld: ?Tendremos gripe hasta mediados de agosto?
Coordinador de Enfermedades Emergentes de la Sociedad Argentina de Infectología
Una pandemia siempre representa un escenario serio. Más cuando se trata de un virus nuevo. El pico de la influenza A H1N1 sucederá en unos días. Recién después comenzará a bajar el número de enfermos. En tal sentido, tendremos gripe hasta mediados de agosto. Si bien la mortalidad de la influenza A puede asemejarse a la de la gripe estacional, al haber más enfermos que en años anteriores, se supone que habrá más muertes. En esta etapa, el 80 por ciento de los contagiados tiene menos de 30 años. Sin embargo, más adelante se enfermarán personas mayores, que estarán en sus hogares. No obstante, resulta conveniente desmitificar ciertas cuestiones acerca del virus de la influenza A. Aunque ya se advirtió, parece que no queda claro que el uso de barbijo se aconseja sólo para el personal de salud que atiende pacientes con síntomas respiratorios y enfermos que tienen que salir de sus casas momentáneamente a espacios de aglomeración de individuos. También hay personas que piensan que esta gripe es directamente mortal, cuando en realidad su mortalidad es igual a la de la gripe estacional: un caso en mil. Pero se hace necesario aclarar que la diferencia básica es que la influenza A no respeta estacionalidad y que la cantidad de enfermos que genera es mucho mayor que la gripe común. Además, trae mortalidad a grupos no tradicionales. Entonces, es indispensable la toma de antivirales antes de las 48 horas de comenzados los síntomas, debido a que después su eficacia disminuye. Otra recomendación es no acercarse a los centros de salud si no se tienen dificultad para respirar, decaimiento marcado, deshidratación y reaparición de la fiebre. Esto puede llevar a un contagio en el lugar, saturando aún más el sistema.
NOTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nª 196, DEL 08/07/09.