Empezó la carrera a octubre. La nueva conducción del Partido Justicialista de la Ciudad hizo su presentación pública con un multitudinario acto en el estadio de Obras, este miércoles, al que asistieron la mayoría de los ministros del Gabinete nacional, los gobernadores de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, y de Jujuy, Eduardo Fellner. Los únicos oradores fueron el jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández, y la senadora Cristina Kirchner, quienes resaltaron la necesidad de convocar a los extrapartidarios y a los que abandonaron el partido, y fortalecer el modelo de país del presidente Néstor Kirchner, respectivamente.
Las tribunas fueron pobladas mayoritariamente por los sindicatos destacándose la presencia de los estatales de UPCN, aunque también llevaron mucha gente los taxistas de Osmar Viviani y los encargados de edificios del SUTERH de Víctor Santa María, todos ellos con banderas, gorrros y marchandising en general. Entre las agrupaciones presentes, con banderitas coloridas entró la columna de la Corriente Popular Porteña encabezada por el local Claudio Ferreño.
"Somos todos parte de un peronismo caído que se ha equivocado, que no ha sido capaz de entender lo que los porteños necesitaban y que una y otra vez fue derrotado", afirmó Alberto Fernández, quien aseguró: "Hoy es el punto de arranque de este peronismo de la Ciudad de Buenos Aires que durante tanto tiempo quisimos poner de pie y reconstruirlo, sepámoslo de nosotros depende. Estoy seguro que hoy empezamos la marcha inevitable a la victoria".
Por su parte, Cristina Kirchner aseguró: "No es el triunfo de un partido ni de un hombre, sino de todos los argentinos". "Te encomiendo que pongas tu máximo esfuerzo en este desafío", le dijo en una carta pública el Presidente a Alberto Fernández, respecto a la necesidad de profundizar los lineamientos del gobierno.
Además de Aníbal Fernández, Julio De Vido, Enrique "Pepe" Albistur, Daniel Filmús, Ginés González García, Horacio Rosatti, Carlos Zanini, Carlos Tomada y José Pampuro, estuvieron, entre muchos otros, Patricia Vaca Narvaja, Kelly Olmos, Héctor Capaccioli, Víctor y José "Pepe" Santa María, Hugo Moyano, Dante Gullo, Eduardo Luis Duhalde, Silvia Gotero, Armando Cavallieri, Julio Vitobello, Nicolás Trotta, Jorge Argüello, Juan Manuel Olmos, Alberto Balestrini, Julio Alak, Jorge Srur, Mara Brawer, los legisladores kirchneristas de la Legislatura, Alberto Iribarne, Omar Viviani, León Arslanian, las madres de Ezequiel Demonty y de uno de los chicos fusilados en Floresta, y los artistas Alejandro Dolina, Daniel Aráoz, Lito Nebbia, Coco Silly, Ana María Picchio, Omar Mollo, Jorge Coscia, Víctor Laplace y el mayor de los hermanos Korol.
En ese marco, sorprendió la presencia del Eduardo Valdés, Roberto Feletti, Lía María (ibarrista pero cercana al ministro del Interior, Aníbal Fernández), Edgardo Depetri, Humberto Tumini y Ángel Lito Borello, quien sin embargo señaló que sigue en el espacio comandado por el director de Cascos Blancos, Gabriel Fuks. Estuvieron ausentes con aviso por estar de viaje, Daniel Scioli y Rafael Bielsa. Tampoco fueron Alicia Kirchner ni Roberto Lavagna.
"Hoy estamos de pie -resaltó Alberto Fernández-, marchando juntos, abriendo las puertas de nuestro partido al debate, sumando nuevos compañeros, vinculándonos con otros que no son peronistas pero que como nosotros quieren ser parte de este proyecto transformador que desde hace dos años Néstor Kirchner está haciendo en la República Argentina".
Las elecciones de octubre serán un plebiscito para la gestión del presidente y, en ese marco, el acto de Obras fue el puntapié inicial de una carrera a octubre en la que el gobierno tirará toda la carne al asador. Aunque el único ministro que está cien por cien confirmado que será candidato es Horacio Rosatti por Santa Fe, por estos días se sumó por Santa Cruz Alicia Kirchner para senadora a la lista de posibles candidateables, integrada por Cristina Kirchner por la Provincia de Buenos Aires, Oscar Parrilli por Neuquén, y Rafael Bielsa o Daniel Filmús por Capital Federal. "En octubre nos va a ir bárbaro, ahora después no sé", ironizó alguno en alusión a la fuga de ministros al Congreso de la Nación.
"No hemos llegado hasta aquí -expresó Alberto Fernández- para hacer un poco más de lo mismo, hemos llegado para no cometer ninguno de los errores que nos dejaron en la peor de las frustraciones, hemos llegado para ser capaces de convocar a los peronistas que se fueron, estoy contento porque veo acá muchos que se fueron decepcionados y hoy están sumándose, a esos compañeros hay que abrirles las puertas, a esos que alguna vez los callamos y no los dejamos debatir".
"Hagamos un partido con más militantes y menos dirigentes", dijo el flamante presidente del PJ porteño, quien llamó a construir "un peronismo de puertas abiertas". "Tenemos que construir un peronismo que se meta en la universidad, que le hable a los estudiantes y a los docentes, que le hable a los jóvenes para que alguna vez volvamos a construir aquella juventud que llevó adelante un proceso revolucionario en la Argentina", manifestó el jefe de Gabinete, en uno de los tramos más aplaudidos de su discurso.
Luego fue el turno de la senadora, que vistió un trajecito color crudo y pidió que bajen las luces para empezar su discurso. "Hablá de Perón", le dijeron desde la tribuna al promediar el discurso. "Esa frase que le atribuyen a Kirchner es mía, de Perón me acuerdo cuando se gobierna y cuando voto en la cámara, de ahí me acuerdo siempre de Perón", respondió la Primera Dama.
"Algunos se preocupan por los mercados -manifestó Cristina Kirchner-, otros por las formalidades de la democracia y nosotros debemos estar ocupados por la felicidad de la gente". "Se trata de comprender otra forma de hacer política, entender que la política no es sólo hablar ante un micrófono o estar en un set de televisión; la política es gestión junto a la gente y para la gente, el resto es papel pintado", señaló la senadora, y expresó: "Nos dijeron ‘con el Fondo (Monetario Internacional) no se puede’, y pudimos, no porque seamos héroes: hicimos lo que teníamos que hacer como argentinos".
"Si yo leyera todo lo que han dicho estaríamos en el quinto infierno", manifestó la senadora, quien además resaltó: "No tenemos los modales que aconseja la diplomacia, pero me quedo con estos modales y con la forma de ejercer y representar la defensa de los intereses de los argentinos, ésos son los modales que valen".
"Con Kirchner hacia la Victoria", fue la consigna del acto, al que asistió buena parte del kirchnerismo porteño, agitado por estos días ante la versión de lista única de legisladores porteños. Es así como la Lista Unidad que se hizo cargo este miércoles por la mañana de la normalización del partido y tomó las riendas del interventor Ramón Ruiz, es el eje de atracción de numerosos dirigentes que, aunque saben que no hay lugar para todos, vieron una luz al final del túnel a través del discurso aperturista de Alberto Fernández.