Este martes a las 13, varias organizaciones de derechos humanos, como la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), de desocupados y partidos de izquierdas se concentraron en Ángel Gallardo y Corrientes, para marchar hasta la comisaría 27° (Camargo 645), en el barrio de Villa Crespo.
El jefe de la seccional 27° es Ernesto Sergio Weber, quien participó de la jornada del 20 de diciembre del 2001, donde cayeron muertos por las balas de plomo de la Policía Federal varias personas y hubo cientos de heridos graves.
En un comunicado, la organización de derechos humanos aseguró que "Weber, asesino de Carlos ‘Petete’ Almirón, Gastón Riva y Diego Lamagna durante la rebelión popular del 20/12/01, hoy es el Comisario y jefe de la Comisaría 27ª. Éste fue ascendido a comisario y premiado con la jefatura de la 27ª por el gobierno de Kirchner".
En el día del cumpleaños de Almirón, los militantes de derechos humanos decidieron escarchar a Weber (h) por los siguientes motivos, que expresaron en un comunicado:
‘El 20 de diciembre de 2001, siendo subcomisario, comandó la Fuerza 2 del Cuerpo de Operaciones Federales que reprimió en Plaza de Mayo. Por la mañana dirigió la represión a manifestantes y Madres de Plaza de Mayo con la caballería y por la tarde operó en la zona de avenida de Mayo y 9 de Julio, con la directiva de evitar que las columnas que se reagrupaban pudieran llegar a la Plaza.
Entre las cuatro y las cinco de la tarde, los policías dirigidos por Weber mataron a Gastón Riva, a Diego Lamagna, y a nuestro compañero Carlos ‘Petete’ Almirón.
El 16 de julio de 2004, como subcomisario de la Comisaría 1ª, reprimió la manifestación contra el Código Contravencional y detuvo algunos de los 15 compañeros que todavía sieguen presos.
Es hijo de Ernesto Enrique Frimon Weber, subcomisario (r) de la PFA, alias ‘220’ represor en la ESMA que enseñó a los marinos cómo usar la picana eléctrica, participó en los secuestros de Graciela Daleo, Norma Arrostito y Alicia Milia y asesinó a Rodolfo Walsh".
El libro "El Palacio y la Calle", de Miguel Bonasso, también señala la participación de Weber padre por un lado y la de su hijo por otro. El libro asegura que Weber padre fue perdonado en sus crimenes por la ley de Punto Final que promovió el gobierno de Raúl Alfonsín en 1986.