"Viejo Tortoni, refugio fiel de la amistad junto al pocillo de café" (Eladia Blázquez / Héctor Negro) 1858-2008 reza la placa que la Legislatura de la Ciudad colocó en la fachada del café Tortoni ?Avenida de Mayo 825- promovida mediante un proyecto del legislador K, Juan Manuel Olmos.
El acto comenzó a las 18, y tuvo una gran concurrencia que se compuso, no sólo por escritores, músicos y nostálgicos habitúes del café, sino también por políticos como la presidenta de la Comisión de Cultura, Inés Urdapilleta y el ex legislador y músico "Chango" Farias Gómez.
Tras las palabras de algunos presentes, Urdapilleta, Gómez y el Gerente del café, Roberto Fanego se dispusieron a descubrir la placa, pero algo falló: las cintillas se cortaron y la tela que la cubría no cayó. Rápidamente un voluntario ‘alto’ saltó y ahora si, flashes y descubrimiento de placa.
"Esto es parte del proyecto que ha puesto en valor a toda esta parte de la Ciudad y la restauración de la Avenida de Mayo", sostuvo Urdapilleta, quien agregó que "el patrimonio no es sólo la arquitectura", y reconoció que el Tortoni es lugar de encuentro desde su fundación -250 años atrás- de notables figuras, lo que hace al café "lugar de porteños y no porteños".
En cuanto a la frase de la placa, la legisladora sostuvo que fue con la intención de "identificar la historia de Buenos Aires con el tango".
Por su parte, el impulsor del proyecto, Juan Manuel Olmos había destacado que ?el Tortoni es, sin duda alguna, sinónimo de la Ciudad de Buenos Aires. Como porteño, me llena de gratitud poder conmemorar un nuevo aniversario del café más antiguo del país que albergó a los máximos exponentes de nuestro arte y nuestra cultura", y agregó: "Hoy, después de un siglo y medio de vida, recibe diariamente la visita de miles de extranjeros y continúa conservando el clima en el que se mezclan la taza de café con la intelectualidad y las expresiones artísticas".
Finalmente, el actual Gerente del Tortoni, Roberto Fanego, no dudó en asegurar orgulloso que lleva al frente del local 52 años, mas de un tercio de vida del lugar y no ahorro palabras a la hora de recordar anécdotas y recuerdos sobre las grandes figuras que pasaron por sus mesas.



