Fueron cuatro años catalogados de "fracaso" por el diputado Enrique Rodríguez, de "poco transparentes" por la diputada Alicia Pierini y de ambas cosas por la presidenta de la Comisión de Justicia, Marta Oyhanarte. Juan Octavio Gauna, Gloria Bonatto, Carlos Cárcova, Julio Cueto Rúa, María Casas de Chamorro Vanasco y Norberto Lorenzo serán recordados como los responsables de una gestión que, teniendo todo para pasar a la historia como fundacional, terminó en Tribunales en manos del juez penal Ricardo Warley.
Los nuevos consejeros, de los cuales los pertenecientes al estamento del Colegio Público de Abogados ya están elegidos, tendrán la misión por delante de revisar, emprolijar y hacer eficiente la gestión realizada por los consejeros salientes. De allí en más, se deberá investigar y determinar -internamente, más allá de lo que en el futuro dictamine la Justicia- quiénes fueron los responsables internos del desmanejo administrativo. También habrá que ordenar la situación y resolver la lluvia de impugnaciones que recibieron de los concursantes.
La institución "maldita" de esta Ciudad Autónoma hoy ve partir con la cabeza gacha a una nave insiginia de la jurisprudencia radical como Juan Gauna, a una desconocida ex representante del peronismo como Gloria Bonatto y a quien en un programa televisivo intentó justificar sin éxito lo que los dos anteriores escondieron. Nos referimos al secretario frentista del Consejo, Carlos Cárcova, quien ejerció ese cargo durante los cuatro años, proviniendo curiosamente de la minoría del Colegio Público, quizás porque su mujer integra el Tribunal Superior de Justicia.
Junto a ellos seguramente seguirán el éxodo quienes los acompañaron en la toma de decisiones -por ser sus personas de confianza-: los directores de Ejecución Presupuestaria Norberto Urfeig y Jorge Suárez, también imputados penalmente.