Luego del escrache en el Baf Week, la polémica por la contaminación de las curtiembres en el Riachuelo sigue vigente. Ahora, Greenpeace sale al cruce de de la Cámara Industrial de la Manufactura del Cuero y Afines (CIMA) y señalaron los prejuicios y falta de información en ese sector.
?Durante estos últimos meses Greenpeace a nivel internacional, está realizando una campaña señalando la falta de compromiso de las grandes corporaciones multinacionales de la indumentaria entre las que podemos destacar entre otras a Adidas, Nike, Puma, Calvin Klein y Lacoste, por sus vínculos con proveedores que vierten sustancias tóxicas y contaminantes en aguas de todo el mundo, especialmente de los países en vías de desarrollo. A diferencia del reproche que la CIMA realiza sobre nuestras actividades, las multinacionales Nike y Puma luego de ser denunciadas públicamente, reconocieron su responsabilidad y se pusieron a disposición, asumiendo el compromiso de eliminar las sustancias tóxicas a lo largo de su cadena de proveedores?, manifestó Consuelo Bilbao, Coordinadora de la Campaña Riachuelo. Es que desde CIMA, los habían acusado de no develar causas de contaminación cuando había involucrados capitales extranjeros.
Por otra parte, en referencia a los dichos de los industriales que niegan que las curtiembres estén contaminando e incumpliendo la norma, los ambientalistas expresaron una profunda preocupación, esgrimiendo que los líderes del sector manufacturero en lugar de involucrarse y pugnar por un desarrollo sustentable, desconocen los impactos que genera el sector con el que trabajan. ?Las curtiembres establecidas en la Cuenca Matanza Riachuelo en su mayoría están declaradas como ?Agentes Contaminantes? por incumplir con la normativa vigente, debiendo llevar adelante un proceso de reconversión industrial, que a la fecha ninguna ha finalizado. Es decir, al día de hoy las curtiembres continúan con sus vertidos contaminantes a la cuenca del Riachuelo?, expresó Félix Cariboni, integrante de la Campaña Riachuelo de Greenpeace.
La organización, además, argumentó que la responsabilidad de un productor no se limita al uso de cualquier producto como un bien de consumo. Las empresas deben asumir la responsabilidad que les corresponde y considerar todo el ciclo de vida de cada una de sus manufacturas, y en tal sentido tienen que hacerse responsables de los vertidos contaminantes que generan sus productos.
Por último, Greenpeace aclaró que la demanda al sector de la indumentaria de ninguna manera exige sustituir el cuero animal por algún producto sintético; por el contrario, exige a las marcas lideres la adopción de políticas integrales a lo largo de su cadena de proveedores que permitan la reducción y la eliminación progresiva de sustancias tóxicas y contaminantes en los procesos productivos.
En el mismo sentido y en una medida ejemplar, hoy fue detenido un empresario que violó la clausura de su fábrica luego de que la ACUMAR detectara que la firma continuó realizando tareas luego de que fuera clausurada preventivamente.