El futuro de Proyecto Sur tiende a ser divisible por dos

El futuro de Proyecto Sur tiende a ser divisible por dos

Las tensiones que se generaron tras el fracaso de las negociaciones de Pino Solanas para sumarse al Frente Amplio Progresista, al que sí se unieron sus aliados en Proyecto Sur, Claudio Lozano y Víctor de Gennaro, podría repercutir en la Legislatura y provocar la ruptura de la bancada centroizquierdista.


Las ya inocultables tensiones que separaron a los antiguos aliados del espacio que conformaron la CTA, liderada por Víctor de Gennaro y Claudio Lozano, con el Proyecto Sur que encabeza Pino Solanas, culminaron hace un mes con la migración de los primeros hacia el Frente Amplio Progresista (FAP) de Hermes Binner.

Estas tensiones culminaron en las elecciones primarias del 14 de agosto, en las que la fórmula que encabezó Alcira Argumedo casi condenó a la desaparición del mapa político a Proyecto Sur, en tanto que a los líderes de la CTA se los vio festejando el más que digno debut electoral del FAP, cuyo futuro se vislumbra venturoso.

Antes, Solanas había negociado un lugar en el FAP, negándose a representar un papel de reparto, condenando al fracaso las posibilidades de sus candidatos a sumarse a las listas electorales de esa fuerza.

El artista, el lunes siguiente a la elección, se mostró enojado y frustrado por la subsecuente baja performance electoral de su fuerza y empezó a repartir culpas para todos. Bajo la piqueta de su furia cayeron Lozano, De Gennaro, Binner y hasta el novel propagandista del trotskysmo, Jorge Rial.

De esta manera culminó una serie de errores en cadena que cometieron el cineasta y sus fieles, que también derivó en una baja cosecha el 10 de julio, al menos si se toman en cuenta sus expectativas previas.

En este proceso, cuya primera etapa culmina el 23 de octubre, quedó claro que Binner desplazó a Solanas en la representación de la progresía de centroizquierda y allí radica el malhumor que desvela a los integrantes de Proyecto Sur.

La primera consecuencia de este desacuerdo podría reflejarse en el desmembramiento del bloque de 11 integrantes de Proyecto Sur, de los cuales cinco responden a Lozano. Ellos son Laura García Tuñon, Claudia Neira, María América González, Fabio Basteiro y Rafael Gentili.

Los otros seis, que son Pablo Bergel, Julio Raffo, Adrián Camps, Jorge Selser, Alejandro Bodart y Virginia González Gass, que reportan a Solanas.

El conflicto nace en que ahora los lozanistas exigen, con el diario del día posterior a las elecciones, que en el nombre del bloque que los agrupa haya alguna referencia al FAP, además de intentar que sus miembros ocupen los lugares institucionales que les están destinados por ser una de las bancadas opositoras más numerosas.

De todos modos, más allá del intento de suicidio comicial de Pino, Lozano no alienta, por ahora, la ruptura con el cineasta.
La razón principal es que, con 11 legisladores Proyecto Sur seguiría funcionando como la segunda minoría detrás del PRO y podría conservar de esta manera la vicepresidencia segunda de la Legislatura, que hoy está en manos del solanista Julio Raffo.

Como si la cadena de infortunios de la centroizquierda progresista fuera insuficiente, el kirchnerismo está operando para formar un interbloque con sus aliados, que alinearía a 14 diputados y le arrebataría al pino-lozanismo el rol de primer opositor y podrían llegar a quedarse con la ubicación de Raffo.

Las negociaciones incluyen a la bancada del Encuentro Popular para la Victoria, que tiene siete miembros y coaligaría además al bloque ibarrista, que agrupa a tres diputados; al bloque peronista, que al 11 de diciembre contará con Mateo Romeo y Claudio Palmeyro y a los de Nuevo Encuentro, Gabriela Cerrutti y Edgardo Form.

Por su parte, la legisladora Delia Bisutti, que meses atrás rompió con el bloque de Proyecto Sur para formar parte del bloque Solidaridad e Igualdad, podría acompaña al interbloque kirchnerista en algunos temas relacionados con lo social. A ella podría sumarse Rafael Gentili, que quedó enfrentado con Lozano por haber sido uno de los que fogonearon el abandono de Pino de su candidatura presidencial para "bajar" a la ciudad, con los pobres resultados ya conocidos.

Estos 14 ?o 15- diputados se convertirían así en la segunda fuerza legislativa y desplazarían al conflictivo agrupamiento que hoy lideran Pino Solanas y Claudio Lozano.

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