Recientemente, la Legislatura porteña aprobó un proyecto por el cual se unifica la normativa sobre velocidades máximas en la Ciudad de Buenos Aires. A raíz de la sanción de esta iniciativa -producto de una propuesta realizada por el presidente de la Comisión de Tránsito de la Legislatura porteña, Jorge San Martino (Recrear), y de un proyecto del diputado Eduardo Lorenzo Borocotó (Juntos por Buenos Aires)-, la velocidad máxima en avenidas será de 80 kilómetros por hora, y en calles, de 60.
San Martino explicó: "Es la unificación de la normativa de velocidades máximas en una sola. De esta manera, se establecen límites máximos por tipo de arteria. Para todas las calles, el máximo de velocidad permitido es de 40 kilómetros, mientras que, para las avenidas, 60 kilómetros, y para las autopistas, 100 kilómetros por hora".
"Además -agregó- se derogan todas las normativas particulares que establecían limites máximos por nombre de calle, por lo que todos los conductores van a tener claro cuáles son los límites porque serán por tipo de arteria".
La norma fija, además, algunas excepciones. En las vías rápidas, es decir, autopistas, la velocidad es 100 km/h para todos los vehículos con excepción de los de transporte de carga y pasajeros de más de 3500 kilos de peso bruto, para los que será de 80 km/h. de la misma manera, se excluye de los límites máximos a los vehículos de las fuerzas de seguridad, bomberos y ambulancias, y de los límites mínimos a las bicicletas.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Ecología, Juan Manuel Velasco (ARI), sostuvo que su bloque acompañó en general la iniciativa, pero no en particular. "Consideramos que fue una buena idea y un gran esfuerzo de la Comisión de Transporte plantear una ley que unifique toda la normativa que se encontraba dispersa en materia de velocidades pero no estamos de acuerdo con las excepciones que se realizan para algunas avenidas, porque creemos que se debe ir a una progresiva disminución de la velocidad máxima en todas las arterias de la Ciudad, ya sea para reducir la tasa de accidentes de tránsito como por una cuestión de contaminación acústica que produce el rodamiento de los vehículos sobre las calles".
Velasco afirmó también que "había una cuestión que no estaba contemplada en el despacho, que es el caso de la Autopista 25 de Mayo, donde ya hay un fallo de la Justicia planteándole a Autopistas Urbanas (AUSA) que debe realizar estudios de evaluación de impacto acústico y que debe tomar medidas de mitigación por el efecto que tienen las vibraciones provocadas por el rodamiento de los automóviles tiene sobre las fachadas de los edificios que bordean la autopista, lo que requiera la disminución de la velocidad a 80 kilómetros por hora".
El despacho sancionado también mereció una observación por parte del vicepresidente primero de la Legislatura, Santiago de Estrada (Juntos por Buenos Aires), quien expresó: "El proyecto en análisis representa un primer intento válido para ordenar y consolidar las normas de tránsito vigentes en nuestra Ciudad. Sin embargo, no concuerdo con la limitación a 80 km/h en las calzadas centrales de la Avenida General Paz entre la Autopista Ingeniero Pascual Palazzo (Panamericana) y la Avenida 27 de Febrero. Aunque no se trata de una autopista con las características que éstas deben tener, en la práctica funciona como tal. La limitación de velocidad va a hacer más pesado el tránsito, que siempre está muy cargado en las horas pico".
De Estrada afirmó: "El proyecto deja sin efecto (sin decirlo expresamente) la Resolución 414/2002 de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos y la Disposición 5/2002 de la Dirección General de Tránsito y Transporte, que elevaban a 70 km/h el máximo autorizado en determinados tramos de las Avenidas Figueroa Alcorta, del Libertador, Brigadier General Juan Facundo Quiroga y Costanera Rafael Obligado. Creo que esta derogación es errónea, porque dichas normas se aplican actualmente sin generar problemas y, por el contrario, contribuyen a hacer más ágil el tránsito en zonas que normalmente están muy cargadas.
Por último, el diputado macrista aseguró: "Las Colectoras de vías rápidas tienen fijado un límite de 40 km/h, aunque se faculta al Poder Ejecutivo a establecer un límite máximo de 60 km/h en los tramos donde fundadas razones lo permitan. Creo que debería ser al revés, estableciéndose un tope de 60 km/h, facultando al Poder Ejecutivo a disminuirlo en caso necesario. Porque en la práctica, estas colectoras admiten sin problemas el límite de 60 km".
En tanto, la diputada macrista María Florencia Polimeni (Frente Compromiso para el Cambio) reconoció que "cuando se presentó el proyecto en la Comisión, a algunos se nos generaron algunas inquietudes. La primera de ellas era por qué una vez más, una temática de la trascendencia de la que estamos discutiendo, es sacada del contexto de una ley marco, como debería ser el Código de Tránsito. Celebro que la Ciudad cuente con una legislación como esta y espero sinceramente que antes de fin de la Ciudad pueda contar con su propio Código de Tránsito para evitar así tener que sancionar normas relativas al tránsito de manera independiente y aislada".