En una carta dirigida al vicepresidente de la Legislatura porteña, Santiago De Estrada, dos trabajadores de la Comisión de Derechos Humanos que preside la esposa del dirigente Luis Zamora, la legisladora Noemí Oliveto, se quejaron del trato discriminatorio al que fueron sometidos por la misma. Los empleados se han visto obligados a pedir traslado de oficina al ser acusados de "ñoquis del ex Concejo Deliberante", "asesores de diputadas menemistas", cuando no los trataban de "nazis" como les dijo un asesor de la Comisión.
"Vamos a hacer en la Comisión lo que nostros queremos", le espetaron a Ítalo Vallese, hermano del asesinado dirigente peronista Felipe Vallese, quien es uno de los denunciantes que pasó a revistar en el área de Aprovisionamiento del organismo. Mientras que Eva Vallejos, la otra damnificada, se encuentra tomando servicio en el Área Operativa (de mantenimiento) del edificio para poder cobrar su sueldo, ya que Oliveto no le certificaba la asistencia. Ambos revestían en el área con asistencia perfecta y al decir de sus compañeros de trabajo "con la vocación de servicio que requiere la tarea".
En un párrafo de la carta, luego de destacar la libertad con la que se vinieron desempeñando hasta este cambio, aclaran que "hoy nuestra realidad no es la misma, como personal de Planta Permanente de la Legislatura, somos discriminados y marginados por pertenecer y militar en un partido de ideología humanista y cristiana, por quienes presiden actualmente la Comisión de Derechos Humanos, algo que nos lleva a deambular por todas las áreas de la casa buscando un lugar donde requieran nuestra experiencia en la garantía de los derechos".
Asimismo, Vallejos y Vallese informaron que "curiosamente en los despachos y la única comisión de Autodeterminación y Libertad, por primera vez en la historia se han colocado porteros eléctricos, otra cerradura más y carteles de ‘golpee y espere’, demostrando su autismo político y falta de conexión con la realidad. Hasta cerraron la comisión durante casi todo enero, y el argumento de que hicieron guardias que esgrimen no se ajusta a la realidad. Además, con los problemas que hay, si hay una oficina que debe tener sus puertas abiertas a la ciudadanía es la de Derechos Humanos", concluyeron.