Capitanich se cruzó con el radicalismo en el Senado

Capitanich se cruzó con el radicalismo en el Senado

Fue durante la exposición del jefe de Gabinete ante la cámara Alta. Se produjo un fuerte debate con los senadores Ernesto Sanz y Gerardo Morales.


Desde las 13.40, el Senado escucha la exposición del jefe de Gabinete Jorge Milton Capitanich.

En lo que va de la sesión, el ministro coordinador protagonizó duros cruces con legisladores radicales -fuerza que junto con el FpV es la que con más tiempo cuenta para preguntar-.

Uno de ellos fue con el senador Gerardo Morales. Cuando Capitanich se negó a responder si los hechos de inseguridad en la Argentina han crecido.

Luego, fue el turno del precandidato presidencial del FAU, Ernesto Sanz.  Quien le preguntó al exgobernador del Chaco “¿cuál es el índice de pobreza?”,una y otra vez.

Sin embargo, el jefe de Gabinete evitó responder y acusó: “Usted usa mi presencia acá para posicionarse en la carrera presidencial”.

De todos modos, el dato de color lo aportó la senadora radical mendocina Laura Montero, quien reeditó un cruce verbal en el recinto del Senado, tal como ocurrió en la anterior visita del funcionario.

Montero embistió de entrada, luego de aceptar recién hoy las disculpas expresadas por Capitanich en la sesión de hace dos meses atrás, al afirmar que pertenece al espacio del Frente Amplio Unen (FAU) que suma “bien” y es una opción “para el 2015 cuando termine el neopopulismo que ha gobernado a la Argentina”, en alusión al kirchnerismo.

También, rechazó ser “neoliberal”, como el chaqueño la había sindicado, y le enrostró al jefe de ministros “su libro y lo que usted pensaba sobre rol del Estado y el rol del mercado” antes de la llegada de kirchnerismo al poder.

Acto seguido, la radical desplegó una serie de preguntas al funcionario: “¿Qué opina usted de la emergencia en seguridad de la provincia (de Buenos Aires)?”, ¿Por qué no fijamos por ley del Congreso la pauta oficial en publicidad?”, “¿Cree que se puede comer con 765 pesos?” A esa altura, se sumó al debate el jefe del bloque de senadores oficialistas, Miguel Pichetto, quien le recordó a Montero que se había excedido en más del doble de los cinco minutos pautados por senador en la reunión de labor parlamentaria: “Mi reloj funciona, salvo que el suyo sea de arena”, dijo.

De inmediato, el jefe de la bancada radical, Gerardo Morales, sostuvo que la mendocina por decisión del bloque contaba con diez minutos.

Montero completó entonces sus preguntas: “¿Cómo se va a revertir la situación de la caída del poder adquisitivo del salario? ¿Qué políticas sociales piensan aplicar para atender los problemas estructurales de la Argentina?”.

La réplica de Capitanich fue subiendo de tono. Primero dijo respetar las ideas de Montero, pero le aclaró que al hablar de pobreza “no puede recurrir todo el tiempo a un sofisma, es decir establecer conclusiones a través de premisas falsas” y le pidió “ver la película, no sólo la foto” de la situación social.

“Las políticas públicas las podrá aplicar y espero que en forma muy exitosa en caso de que su candidato sea electo presidente”, le indicó Capitanich y le recordó a la senadora que “en la Argentina existen múltiples usinas que todo el tiempo inventan y todo el tiempo tratan de generar por la acción psicológica con finalidad política”.

Después, hizo una reseña de los logros del gobierno nacional al mencionar el incremento del empleo, del salario real, y dijo que “no se puede negar la asignación universal por hijo, la asignación para madres embarazadas”, entre otros asuntos; mientras Montero intentaba retrucar, aunque su tiempo había concluido.

“Tome cualquier indicador, el más adverso, el más opositor, la recuperación del salario real en la República Argentina es clave e indubitable”, afirmó el funcionario y agregó: “Todo el tiempo, usted, y muchos lo que hacen es fustigar, atacar deliberadamente al gobierno y esto no significa que el gobierno no entienda que quedan asignaturas pendientes”.

Tras asegurar que los indicadores sociales “ha mejorado sustancialmente” le pidió a Montero que “sea seria” que “no dé datos o cifras que no son consistentes” y le reclamó que lo trate “con seriedad. No diga lo que no es, seamos serios, objetivos, mantengamos diferencias pero con seriedad”, concluyó.

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