La noticia de que a partir de la semana que viene 6.000 radiotaxis comenzarán intervenir en el patrullaje de las calles porteñas despertó un fuerte rechazo en algunos organismos vinculados con este medio de transporte. La Asociación de Taxistas de Capital (ATC), el Sindicato de Conductores de Taxis (SCT), el Sindicato Argentino de Trabajadores de Radiotaxis (SATRA) y la Agrupación Nuevo Rumbo para SPAT repudiaron la iniciativa y acusaron a Carlos Eggink, promotor de la misma y presidente de la Asociación de Radiotaxis Argentinos (ADRA) -una de las cámaras empresariales que integra a los radiotaxis- de "querer promocionar a las empresas allí agrupadas con fines espurios".
Este jueves el diario La Nación dio a conocer un preacuerdo entre ADRA y la Policía Federal para que los radiotaxistas se sumen a los operativos de vigilancia y avisen por radio a las fuerzas de seguridad cada vez que sospechen que se está cometiendo un ilícito. En la nota Eggink afirma que 15 de las 82 empresas de radiotaxis habían confirmado su adhesión al sistema (6.000 de 19.000 radiotaxis) y que esperaba que el resto también lo hiciera. Según explicó, el plan consiste en que aquellos radiotaxis que vean o sospechen de algún delito enciendan las balizas y "patrullen" cerca del lugar del hecho, a 100 metros con las balizas encendidas. También dijo que los radiotaxis incorporados serán pintados en el capot de manera tal de que sean fácilmente identificables.
"Es una tarea que no se puede permitir", afirmó a NOTICIAS URBANAS la diputada porteña Vilma Ripoll (IU) que, el jueves, criticó duramente este sistema durante la sesión de la Legislatura.
Ripoll, en diálogo con este medio, coincidió con los dichos de las asociaciones y gremios de taxis que cuestionan la medida y expresó el temor de que esta iniciativa sea utilizada por las empresas como un nuevo servicio para captar usuarios sin reparar en los riesgos que correrían los choferes, que se convertirían en blancos móviles de los delincuentes.
Luego calificó de "corrupto" al presidente de ADRA e hizo llegar a esta redacción la fotocopia de una sentencia judicial que condena a Eggink a "un año y diez meses de prisión en suspenso, a someterse al cuidado de un patronato y a informar semestralmente sobre su situación laboral", por haber sido encontrado "autor responsable del delito de falsificación reiterada de documento público (quince hechos), en concurso real estafa reiterada (tres hechos, uno de ellos mediante falsificación de documento privado) y con falsificación reiterada (tres hechos) de sellos oficiales".
"Este fin de semana Eggink les va a dar una clase a los taxistas de cómo funciona el sistema y la semana que viene lanzan el operativo. Justo él, que fue condenado, les va a enseñar a identificar a los ladrones", ironizó Ripoll. "Además -añadió- ¿qué criterio van aplicar los taxistas para decidir cuándo deben llamar a la policía? ¿Cada vez que vean a alguien con cara de sospechoso?".
La legisladora relató que, tras enterarse del hecho, se comunicó con el subsecretario de Seguridad de la Ciudad, Enrique Carelli, y que éste deslindó responsabilidades en torno a la medida, asegurando que se trataba de un convenio exclusivo entre la Policía Federal y ADRA. Según Ripoll, Carelli le manifestó que el Gobierno porteño estudia implementar el GPS, un sistema de seguimiento y localización satelital mediante el cual los taxistas, de encontrarse en situación de peligro, pueden informar de su ubicación a la policía con sólo apretar un botón. Esta iniciativa no tendría nada que ver con el patrullaje de las calles que quieren realizar el titular de ADRA y la Policía Federal. Fuentes gubernamentales inobjetables confirmaron esta versión y calificaron de ilógica la idea de que los taxistas realicen las tareas que deben llevar adelante las fuerzas de seguridad.