Comuna villera ¿Son acaso las villas el único reducto de comunas de esta ciudad? Lo pregunto porque en ellas los vecinos votan a las juntas vecinales, al presidente de su barrio. ¿De qué manera lo hacen? Históricamente, de la manera más irregular y desprolija posible. Existe (¿existe?) la ?Coordinadora de villas? que supo concentrar a sus presidencias y en cuyo centro de gravedad se ubicó el (hoy) Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), caja de resonancia de negocios que hicieron de esa Coordinadora el símil de una asociación ilícita. Los porteños medios deberían saber que hay barrios humildes, asentamientos o villas, con grandes cantidades de familias de vecinos que comen, se educan, trabajan en pésimas condiciones y eligen a sus presidentes (de barrio). Los porteños deberían saber, por ejemplo, quién es Marcial Ríos, un hombre de 42 años, nacido en Paraguay, que hace 38 vive en nuestro país, y que desde hace diez meses es el presidente de la Junta Vecinal del barrio Los Piletones, en Villa Soldati. Los porteños deberían saber que ese barrio, donde también viven porteños, nació en 1984, en los años de la vuelta de la democracia (que para muchos pobres fue "la vuelta a la ciudad"), en el mismo lugar donde supieron descansar aguas hacia su "purificación", es decir, piletones de hormigón cuyo caudal provenía del arroyo Cildáñez, y cuyo destino era dar agua potable a esa zona del sur de la Ciudad. El barrio Los Piletones, los porteños deberían saber, está declarado desde el año 2006 en ?riesgo sanitario?, y no hay nada que se haya hecho que lo haga salir de esa zona de riesgo. Marcial recibió, junto a su lista (la Verde) 539 votos de los 1.091 que votaron. Y aclara, ni bien empezamos la entrevista, que lo suyo "es como una vocación, no es un negocio, yo hago trabajos sociales", cuando le advertimos de qué va la nota.
Las elecciones que lo convirtieron en presidente se hicieron el 2 de diciembre del 2007, en la escuela número 20, y contó con la "fiscalización" de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y del juzgado de Roberto Andrés Gallardo, quienes velaron por la transparencia de los comicios. Donde había, por lo menos, dos listas vecinales más. Un barrio entre Ruejas
Lo cierto es que este hombre derrotó a una "niña mimada" de las gestiones anteriores, sobre todo, del inefable Ibarra: la señora Mónica Ruejas.
¿Quién es la señora Ruejas? Existió una causa ("Ozuna Miguel contra Gobierno de la Ciudad sobre Amparo"), en la que el señor Ozuna (también vecino del barrio), frente a las irregularidades constantes en la distribución de recursos, exigía que "el Gobierno se abstenga de entregar viviendas o planes sociales". Denunciaba la exclusividad en la intermediación estatal que ejercía Ruejas. En el imaginario del barrio, cierto o no, existía la leyenda de que ella tenía un supermercado en Salta (provincia de origen), al que abastecía con las mercaderías con que debía cocinar en su comedor.
"Ruejas s/ abandono de personas, reducción a la servidumbre, amenazas y extorsión", se llamaba también la causa que inició la Fundación Madres de Plaza de Mayo. En la denuncia se detalla que parte del modus operandi consistía en que "al vecino que no se encolumnaba (en las marchas a favor de Ibarra) le cortaban la luz" (monopolio eléctrico de la señora). La Fundación de las Madres había incorporado al trabajo en los "obradores? de los planes de vivienda que impulsaba a la misma Ruejas y su grupo, pero luego, al comprobar que a cada obrero que se incorporaba se le cobraba, ?prescindieron" de su colaboración. MARCIAL
Marcial pertenece desde hace más de cinco años a la FTV (la Federación de Tierra y Vivienda). "Yo hago trabajo social. Hace trece años que estoy acá, en el barrio. Y desde que asisto, empecé a relacionarme con la iglesia, con la iglesia de Fátima, y con la gente. Cuando podía estaba". Así describe sus inicios. Él, junto a los quince colaboradores con que cuenta la Junta, ha recuperado el centro comunitario que también detentaba Ruejas. "Y todavía maneja el polideportivo". En él realizan actividades deportivas, apoyo escolar para adultos, asesoramiento social y jurídico, ?tenemos algunas computadoras y ahí damos capacitación?. Marcial nos cuenta que su gestión dura un año y su compromiso es presentarse sólo una vez a reelección. En su visión, "el tiempo" es lo que hace que se generen "vicios" como de los que se acusa a Mónica Ruejas. Terminás haciendo las cosas para vos, mediando siempre a través de un beneficio propio, parece entender Marcial. "Es como una vocación, no es un negocio", insiste. ¿Qué reciben del Gobierno de la Ciudad? Su decisión de no participar de la tristemente célebre Coordinadora no tiene sus beneficios: a alguna tirada de caños de agua se reduce lo obtenido en estos meses. "Todavía, nada". También centra sus expectativas en la causa que desde febrero último lleva adelante?¿adivinen? el juez Gallardo. Esa causa, "Ríos Sánchez Marcial y Otros contra Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sobre medida cautelar" (expte. 28696/1), es la única esperanza de dieciocho familias que sufren no sólo lo habitual del barrio (que no haya agua corriente, sistema de cloacas, que desde el mes pasado no reciben cajas de alimentos, reemplazadas por un "ticket" de 100 pesos sin que importe cuántos miembros tiene cada familia), sino que están asentadas dentro del lago regulador, en la manzana 10. Viven en el agua, a la espera, también, de cierta "purificación". Con todos los incumplimientos sistemáticos del Gobierno, alega Marcial junto a sus asesores legales, podría estar incumpliéndose con la Convención Internacional de Prevención del Genocidio, cuyo artículo 2do establece que el marco de prevención involucra el "evitar sometimiento intencional del grupo a codiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial". Lo cierto es que la derrota electoral de Mónica Ruejas es el primer episodio de una lucha infinita, cuyos enemigos crecen. Por lo pronto es un referente "ninguneado", cuya legitimidad nace de las urnas, y en comicios cuya transparencia, por la Justicia y por actores sociales, está garantizada. Si Ibarra era el soporte de Mónica Ruejas, la superación macrista parece ser la nada misma. Lo cual es aún peor. Marcial, blandeemos acá, es la superación concreta y real. La politóloga María Esperanza Casullo, en su blog www.labarbarie.com.ar, acerca del clientelismo se pregunta: "¿es posible, o tan siquiera imaginable, una idea de política basada en un sujeto completamente por fuera de la necesidad y orientado pura y exclusivamente hacia una idea del ?bien común? abstracta, impersonal?". La respuesta es clara. Sólo que parece que muchos distinguen en la política de la pobreza la única cristalización de los males que no dejan de resonar en sus mismas prácticas en todos los niveles sociales. ¿Quién no pelea por su plan?, nos preguntamos en la anterior entrega. ¿Biolcatti? ¿Miguens? Vamos, vamos chacareros, lo de ustedes es clientelismo, aunque, ay, alguna vez usaron métodos más sofisticados para obtener sus beneficios. (Todos aquellos que quieran colaborar con la Junta Vecinal del barrio Los Piletones, pueden hacerlo llamando al 4919-3403. Su dirección es Manzana 1 Casa 50, del barrio Los Piletones).



