La cuota de la medicina prepaga aumentará, a partir del 1 de febrero, entre un 5 y un 15 por ciento. Con este resultado, fracasó la reunión que mantuvieron el martes la subsecretaria de Defensa de la Competencia y el Consumidor de la Nación, Patricia Vaca Narvaja, y su par en el Gobierno porteño, Miguel Angel Fortuna, con los representantes de las cámaras empresarias que agrupan al sector.
En la reunión, los empresarios ratificaron que no darán marcha atrás con el aumento que, en algunos casos llegará al 15 por ciento. La idea del Gobierno era iniciar una ronda de diálogo entre las empresas y los funcionarios y, de este modo, frenar temporariamente la suba.
Entre los argumentos del Gobierno porteño, Fortuna recordó que desde este año la prestación de salud goza de una baja en la alícuota del impuesto sobre los ingresos brutos del 5 al 1,5 por ciento. Esta reducción impositiva fue incluida en el Código Fiscal sancionado a fin del año pasado por la Legislatura porteña.
La prepagas incrementaron sus cuotas alrededor de un 25 por ciento, desde fines de 2001. Entre las razones para justificar el aumento, esgrimen que todavía no compensaron las subas de costos que causó la devaluación (los insumos son en dólares) y que la suba de los sueldos en el sector privado impactan sobre el 60 por ciento de sus gastos.
También argumentan que se encarecen los contratos con los prestadores.
Al encuentro asistieron Carlos Silveyra, de Cimara -organismo nuclea a las principales empresas-; Hugo Magonza (Ademp) y Alejandro Armani -representa a Acami, que agrupa a entidades sin fines de lucro-.
Empresarios y funcionarios de los gobiernos nacional y porteño agendaron una nueva reunión para el 3 de febrero. En ese encuentro podrían comenzar a sentar las bases para avanzar en un proyecto de ley que regule la actividad.