Cuando se lanzó hace dos semanas el Plan Cinturón Sur, que es el desembarco de Prefectura y Gendarmería en seis comisarías de la Policía Federal, la presidenta Cristina Fernández aseguró que impulsarían el traslado de la única cárcel activa en la ciudad. La unidad penitenciaria de Devoto sería trasladada a un predio de la localidad de Mercedes en la provincia de Buenos Aires. Los propios presos se niegan al traslado de la cárcel.
Aseguran los presos que los lazos familiares y el derecho a la defensa en juicio que se verán gravemente afectados, como las condiciones de detención y el Centro Universitario.
En la carta a la titular del Ejecutivo Nacional señalan que ?a partir de su anuncio público pasamos a un estado de incertidumbre respecto del lugar donde seremos alojados. En la actualidad, la cárcel de Devoto aloja aproximadamente 1.700 personas de los cuales cerca de un 70 por ciento somos procesados. Como tales, nos asiste el derecho a defensa en juicio así como la garantía de que nuestros lazos familiares sean respetados y favorecidos. Todo el cuerpo normativo que regula las condiciones de detención establece claramente que será el Estado quien vele por el respeto de estas premisas. Si se concreta el traslado de la población carcelaria alojada en Devoto al mega Complejo penitenciario a construirse, los 120 kilómetros que lo separan de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires serán la causa principal de que los derechos enunciados sean violados por el mismo Estado que debería garantizarlos?.
Ellos ejemplifican que en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, ubicado a 40 Kilómetros de la Ciudad, ?los registros de cantidad de visitas tanto de abogados defensores como de familiares de los allí detenidos muestran una baja del 60 por ciento respecto de Devoto.
Estas cifras, llevadas al triple de distancia en la ciudad de Mercedes, crecerían exponencialmente con el consecuente agravamiento de la situación procesal y el daño irreparable a nuestras familias?.
Los presos conceden que en Mercedes ?sí podría ser destinado al alojamiento de los condenados que actualmente ocupan las cárceles federales más alejadas de la CABA?.
Las celdas individuales, llamadas política de sectorización, es ?un sistema de castigos graduados encubiertos que llegan en muchos casos al aislamiento de las detenidas y los detenidos hasta veintitrés horas por día. El Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz, en sus diez años de existencia, es una vez más un patético ejemplo del agravamiento ilegítimo de las condiciones de detención por estas causas. Cifras oficiales (ver informes anuales de la Procuración Penitenciaria Nacional) muestran el crecimiento año tras año de las muertes de detenidos en el citado Penal y de las denuncias por torturas y malos tratos?.
Para estos presos ?el alojamiento en celda individual no garantiza por sí solo una disminución en los niveles de violencia si no es acompañado de una profunda reforma en la institución penitenciaria. Un cambio que debe contemplar una reformulación de la estructura del SPF -hoy militarizada- y en la formación académica de sus cuadros, así como el traspaso definitivo de la salud, la alimentación, el trabajo y los equipos criminológicos de evaluación de las detenidas y los detenidos del ámbito federal a instituciones y organismos de la sociedad civil que gestionen tales actividades y controlen el respeto a la vida, la dignidad y los derechos humanos tanto de las detenidas y detenidos como de las y los profesionales civiles que desempeñan su trabajo intramuros?.
En la cárcel de Devoto funciona desde hace veinticinco años el Centro Universitario Devoto, dependiente de la Universidad de Buenos Aires en el marco del Programa UBA XXII -educación en cárceles-, bajo las premisas de la autonomía universitaria, la autogestión estudiantil y la autodisciplina del detenido.
Los estudiantes en situación de encierro -procesados y condenados- tienen, por convenio, garantizada su permanencia en la Unidad donde cursan sus estudios universitarios. ?El eventual traslado atentaría claramente contra su derecho a la Educación?.
Dicen los presos nucleados en agrupasión para la libertad que la presencia de la UBA en la cárcel arroja ?estadísticas insoslayables: De las personas detenidas que han pasado por sus aulas sólo un 7 por ciento reincidió en el delito, contra casi un 50 por ciento para la población carcelaria que no participó de esa experiencia?.
Por último en el comunicado los presos proponen que si se concreta el cierre del penal de Devoto, ?el Estado Nacional y el Gobierno porteño? deberían emprender ?la construcción de uno o más centros de detención dentro de la Ciudad para el alojamiento de procesados varones y mujeres y de condenados estudiantes de los sistemas judiciales Federal, Nacional y de la Ciudad?.